En pleno auge de la globalización económica, el sector artesanal se enfrenta al gran reto de consolidarse como actividad emergente, o mejor, renaciente en Andalucía. La Junta de Andalucía, en su afán por fomentar la actividad de este sector, ha impulsado una serie de actuaciones encaminadas a la mayor ordenación y fomento de la actividad productiva y comercial en el sector de la artesanía. De hecho, la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte ha venido llevando a cabo diversas actuaciones de apoyo a la artesanía, entre las que destacan las encaminadas a mejorar la eficiencia de las empresas del sector, al ser éste uno de los principales objetivos propuestos en el I Plan Integral para el Fomento de la Artesanía, aprobado en 2007, y que se ha actualizado para el periodo 2011-2013. Hasta ahora, han quedado inscritas 142 de estas actividades en el Repertorio de Oficios Artesanos de Andalucía y se ha dado el reconocimiento a 10 Maestros Artesanos. Además, se han realizado un total de 1.619 actuaciones de incentivo para el fomento de la artesanía andaluza y su adaptación al mercado.

"Nuestro objetivo principal ha sido la protección y el reconocimiento del artesano, así como su fomento y adaptación al mercado, especialmente en el área de comercialización y en el de gestión empresarial", indica Luciano Alonso, consejero de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía.

peligro de extinción

Además, se ha hecho un estudio de oficios artesanos que están en peligro de extinción, recogiéndolos en este repertorio, a fin de que no caigan en el olvido oficios ligados a nuestras raíces etnográficas como el arte pastoril, consistente en la elaboración de objetos de madera tallados que realizaban antiguamente los pastores mientras desempeñaban su labor, la luthería, que engloba a todos los artesanos dedicados a la construcción de instrumentos musicales en madera, o el artesonado mudéjar.

Para un mejor conocimiento del sector y una orientación adecuada de las medidas a desarrollar, se ha llevado a cabo un diagnóstico en el que se detecta que las empresas de artesanía de nuestra comunidad autónoma requieren una rápida y continua adaptación a las nuevas exigencias que el mercado impone, con el fin de facilitar su articulación al ritmo económico y empresarial actual, potenciar la capacidad competitiva de la mayor parte de las actividades artesanas presentes en la región y posibilitar la supervivencia de determinados oficios artesanos.

Facilitar el acceso de los jóvenes a estas actividades se configura como un factor fundamental en la continuidad de dichos oficios, así como para la aportación de nuevas ideas de producción y negocio así como la utilización de nuevas tecnologías.