La nueva mecenas de la universidad española e iberoamericana y presidenta de Banco Santander, Ana Botín, demostró con su discurso durante la primera junta de accionistas de Universia que ha presidido una apuesta decidida de mantener el apoyo del Banco Santander a la formación y la educación universitaria que su padre inició. Y lo hizo con un llamamiento para "aprovechar el mejor talento de cada persona sin que la falta de recursos para acceder a los estudios sea un obstáculo". Dejó claro que "la meritocracia es un gran paso adelante" en este sentido, pero también que hay que ir "más allá", con el objetivo de que "la igualdad de oportunidades sea la pieza esencial de la universidad del siglo XXI".

La presidenta del Santander entiende que las universidades, pero también la empresa privada, son las que tienen esa "gran responsabilidad" por delante, por lo que han de asumir que juegan un "importante papel en este desarrollo". De hecho destacó lo relevante y esencial que resulta la colaboración público-privada para llegar a tal fin.

"Es fundamental que nuestro país cuente con los incentivos adecuados para su desarrollo económico y social, basado en el conocimiento y el talento. Eso es lo que lo que nos permitirá superar definitivamente la crisis y su peor legado, el desempleo, y lo que nos permitirá afrontar con las mayores posibilidades de éxito los retos que afronta nuestro país en un mundo cambiante, complejo y global", concretó Ana Botín.

Como "el progreso económico y social en una economía avanzada se mide por el talento", la presidenta de Universia apuesta por la creación de "un círculo virtuoso del conocimiento: un círculo virtuoso de la investigación, el desarrollo y la innovación, y la innovación aplicada a la empresa y nuevos proyectos productivos". España ha avanzado en investigación en las últimas décadas, como los datos ponen de relieve, así como en la generación de conocimiento. Sin embargo, "en desarrollo e innovación, es decir, en la transformación de ese conocimiento en valor, podemos y tenemos que avanzar más y más rápido. Necesitamos cerrar este círculo", defendió la presidenta en la junta de accionistas, con el objetivo de que "la ciencia y la investigación básica", acaben generando "rentabilidad y estímulos para el sector privado". En "un momento de clara recuperación" económica, Botín señaló la importancia de avanzar en "la transformación del conocimiento en valor". Para lo que propuso la participación de todos los actores del "ecosistema universitario", que pasa por los gobiernos, las universidades y las empresas.

Ana Botín incidió en la universidad como "una de las grandes fortalezas españolas", y animó a todos sus actores a seguir trabajando en: la captación de talento internacional, la adecuación de la oferta docente a los perfiles profesionales y en aumentar la calidad en la transferencia de tecnología -lo que lleva aparejada más inversión en I+D+i-, con un mayor peso de la empresa privada en su financiación.

Y, lo más importante, apostó por un nuevo enfoque con un sistema educativo y de valores más enfocado a la cultura del riesgo y del emprendimiento y sin rechazo social al fracaso.