Economía

La banca y las firmas españolas emiten 12.000 millones en deuda

  • Caja Madrid lanza una operación por 500 millones · Sin embargo, el FROB cree que las cajas no pueden salir al mercado aún

Algunos de los mayores bancos y empresas españoles optaron este verano por aprovechar la recuperada confianza de los mercados en la solvencia española y reanudar las emisiones de deuda corporativa. En menos de dos meses estas emisiones suman ya más de 12.000 millones de euros, de los que 500 millones corresponden a la operación ejecutada ayer por Caja Madrid.

La entidad desafió así las consideraciones del subgobernador del Banco de España y presidente de la Comisión Rectora del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Javier Aríztegui. Éste manifestó que, aunque ha "mejorado mucho", la situación de las cajas sigue siendo "complicada" y estas entidades no podrán emitir cuotas para financiarse hasta que no termine el proceso de reordenación del sector, "en tres o cuatro meses", a pesar de los buenos resultados en los test de estrés.

Y es que el buen sabor de boca que dejaron las pruebas de esfuerzo de los bancos españoles a finales de julio impulsó a algunas de las mayores empresas cotizadas del país a lanzarse de nuevo en búsqueda de financiación a unos mercados que parecían recuperar la confianza tanto en la solvencia de España como en la solidez y fortaleza de su tejido empresarial.

En su informe sobre crédito publicado ayer, la agencia de calificación Moody's recordó las enormes dificultades experimentadas por el Gobierno y las empresas nacionales para financiarse hasta que se publicaron los resultados de las esperadas pruebas de esfuerzo y la desconfianza de los mercados se disipó. Las empresas tomaron entonces nota del cambio y en julio BBVA colocó 2.000 millones de euros en cédulas hipotecarias a tres años. Pocos días después Bankinter colocaba otros 400 millones.

A esta oportunidad se sumaron también algunas pymes, como Codere, que a finales de mes colocó 100 millones en bonos a cinco años. Aún en julio, y en vista de los buenos resultados de su última emisión, BBVA lanzó una nueva partida de bonos sénior prevista por un importe de 1.000 millones, pero que la fuerte demanda elevó hasta 1.250 millones. Al día siguiente, el Santander colocó 1.500 millones en bonos, también con una demanda superior a la oferta.

En agosto, Banesto y el Popular emitieron 600 y 700 millones, respectivamente, en cédulas hipotecarias, y ya este mismo mes Sabadell, la Caixa, BBVA, Telefónica y Santander hicieron lo propio por 1.000 millones cada uno.

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