Economía

Desde el jardín

  • Analistas y medios especializados están confundidos porque coexisten datos muy malos con una mayor confianza en los consumidores y la industria, algo que suele ocurrir cuando se produce un punto de inflexión

AUNQUE sea una cuestión de matiz, no creo que lo peor de la crisis haya pasado, es más, creo que estamos en lo peor. Si bien es verdad que lo que está por venir parece ser que ya no será tan malo. Dicho en otras palabras, es posible que estemos tocando suelo. Si por fin estuviéramos en un punto de inflexión, esto explicaría la confusión e incertidumbre respecto a la situación económica en los medios especializados.

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, cuando cambia la tendencia del ciclo económico, se produce una contradicción entre los datos disponibles y la percepción de los ciudadanos. Los datos, al recoger la situación de los últimos meses, son los peores de la serie y en nada favorecen el optimismo; mientras que las encuestas de confianza de los consumidores, y las de expectativas de negocio de la industria y el comercio empiezan a ser más positivos que en los períodos precedentes.

Sin embargo, en la última semana ha habido un dato positivo que no se corresponde con el resto de las estadísticas. Se trata de las cifras de paro registrado facilitadas por el INEM. En el mes de mayo, según esta fuente, el número de trabajadores inscritos como parados en sus oficinas ha descendido en 24.741 personas, de los cuales 7.346 corresponden a los registrados en oficinas de Andalucía.

Estos datos, junto a las encuestas antes citadas de confianza de los consumidores, han dado pie al optimismo de algunos analistas y a la confusión de otros. Situación que en plena campaña de elecciones europeas ha provocado infinidad de desmedidos y apasionados comentarios. Dado que los indicadores de empleo mantienen un cierto retraso, tanto en las fases recesivas como en las de crecimiento respecto al conjunto de variables utilizadas para el análisis económico, el dato del pasado mes hay que matizarlo en un doble sentido. Por una parte, estaría la componente estacional del mes en cuestión, y por otra, el efecto positivo de los planes de apoyo al empleo puestos en marcha por el gobierno. Ambos hechos tienen una incidencia coyuntural sobre el mercado de trabajo y desgraciadamente no varían la tendencia negativa del mismo, a pesar del gratificador alivio que supone en un momento tan complicado como el actual. Toda la discusión anterior vienes al caso por el inusitado interés despertado por la relación entre economía y botánica, que ha terminado germinando en la búsqueda de brotes verdes que anuncien la salida de crisis.

Sí traigo los brotes a colación, es porque mantengo en la memoria el magnífico relato de Jerzy Kosinski Desde el jardín, donde un pobre jardinero (Gardiner), que no ha salido nunca de su jardín, es tomado por un gurú de la economía, debido a la lógica aplastante de sus argumentaciones, ante preguntas que no entendía en absoluto. Permítanme que le transcriba un diálogo que aparece en la novela, entre el protagonista (Chance Gardiner), el presidente de los Estados Unidos y el anfitrión.

"Los hombres iniciaron una larga conversación. Chance no entendía casi nada de lo que decían... Chance creía que hablaban a propósito en otro idioma por razones de seguridad, cuando de repente el presidente le dirigió la palabra:

-Y usted, señor Gardiner, ¿Qué opina de la mala época por la que atraviesa la calle?

Chance se estremeció... Finalmente, dijo:

-En todo jardín hay una época de crecimiento. Existe la primavera y el verano, pero también el otoño y el invierno, a los que sucede nuevamente la primavera y el verano. Mientras no se hayan seccionado las raíces todo está bien y seguirá estando bien.

-Debo reconocer, señor Gardiner -dijo el presidente-, que hace mucho, mucho tiempo que no escucho una observación tan alentadora y optimista como la que acaba de hacer. Muchos de nosotros olvidamos que la Naturaleza y la sociedad son una misma cosa… Nuestro sistema económico es, a la larga, estable y racional, y por ello no debe inspirarnos temor estar a su merced."

Volviendo a nuestra realidad, del análisis de las series trimestrales y de su evolución, se desprende que posiblemente, entre el segundo y el tercer trimestre, según zonas, se esté produciendo la situación más grave. A partir de aquí, es de esperar que los indicadores sigan arrojando cifras negativas, pero cada vez con menos intensidad, para aparecer los primeros datos de crecimiento positivo a finales de 2010. La siguiente cuestión es el tiempo que se necesitará para la recuperación. Evidentemente, la respuesta dependerá de la gravedad de las secuelas que deje la actual crisis, pero que en cualquier caso demandará importantes reformas estructurales. Éstas, sin duda, necesitarán tiempo para entrar en funcionamiento y por tanto, es de esperar una vuelta lenta a la normalidad.

Estoy convencido de que esta novela, llevada al cine en Bienvenido Mister Chance con una genial interpretación de Peter Sellers, ha sido la fuente de inspiración de los brotes verdes que tanto éxito están teniendo. Respecto a como vamos a salir de la crisis, la clave nos la da Gardiner: "mientras no se hayan seccionado las raíces todo está bien". Pero en esta crisis también las raíces han sufrido más que en otras ocasiones y habrá que esperar, para evaluar el alcance del daño.

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