Economía

El juzgado acepta la prórroga de siete meses solicitada por Abengoa

Abengoa y sus acreedores cuentan con siete meses más de plazo, hasta el 28 de octubre, para cerrar el plan de rescate de la compañía. En un auto divulgado ayer, el titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevilla, Pedro Márquez Rubio, aceptó homologar el acuerdo de refinanciación de la matriz y 45 filiales presentado el lunes de la semana pasada con el apoyo de los titulares del 75% del pasivo financiero de Abengoa.  La decisión del juez supone la concesión de la prórroga solicitada por la compañía con el fin de cumplimentar toda la documentación necesaria que desarrolle el preacuerdo alcanzado antes de Semana Santa con sus acreedores. Gracias al aplazamiento, la firma sigue blindada contra las ejecuciones judiciales que pudieran instar sus deudores, lo que supondría su declaración en concurso. Fuentes cercanas a la operación señalaron que el objetivo no es agotar el plazo sino presentar el acuerdo definitivo al juzgado antes del verano. Después, Abengoa convocaría una junta general de accionistas para su ratificación, que podría celebrarse el 30 de junio, lo que supondría otorgar el control a banca y bonistas.

 

En el auto, el juez considera que la solicitud de homologación del contrato de espera -o standstill- ·se enmarca en un plan de viabilidad que prevé la continuidad de la actividad empresarial", tanto desde el punto de vista financiero -señala prórrogas de deuda y renegociaciones imprescindibles para evitar el concurso- como industrial. En ese sentido, "no puede perderse de vista" que durante los últimos meses ya se han materializado algunas de las actuaciones previstas en el plan, como la concesión de líneas de liquidez, lo que constata que el documento recoge "expectativas ciertas" para el resto de hitos. 

 

La decisión del juez podrá ser recurrida por Abengoa, en el plazo de cinco días, o por los acreedores financieros "que no hubieren suscrito" el contrato de homologación o "que hubiesen mostrado su disconformidad al mismo", en un periodo de quince días. 

 

La homologación tendrá efecto una vez cumplido el plazo de recurso en caso de que no se presenten impugnaciones. A partir de entonces, podrá empezar a aplicarse el plan de reestructuración. 

 

En líneas generales, el plan dibuja una empresa más pequeña, centrada en ingeniería y construcción, que realizará importantes desinversiones y a futuro emplearía menos capital en sus proyectos. También prevé la captación de entre 1.500 y 1.800 millones de euros de nuevos fondos y la conversión del 70% de la deuda en el 35% del accionariado. El control de la compañía, con el 55% del capital, corresponderá a quienes aporten los nuevos fondos, mientras que los actuales accionistas verán reducida su participación al 5%. 

 

Abengoa solicitó el preconcurso de acreedores en noviembre del pasado año, ante su elevado endeudamiento -en torno a 9.400 millones de euros- y falta de liquidez.

Desde entonces, inició negociaciones con sus acreedores que condujeron a un plan de reestructuración empresarial, financiera y accionarial para el grupo. Tras lograr este acuerdo, la compañía emprendió la búsqueda de adhesiones al plan, con el objetivo de lograr el apoyo de los dueños del 75 % de la deuda, que es el mínimo exigido por la ley para dar por finalizada la fase de preconcurso, que expiraba el pasado 28 de marzo. Finalmente, la compañía optó por un paso intermedio con la presentación de la homologación de espera, un procedimiento recogido en la legislación concursal aunque prácticamente inédito hasta ahora en España.


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