Política europea

Los productos de acuicultura deberán llevar una etiqueta con su procedencia

  • El Parlamento Europeo avala un informe que impulsa la cría de peces y otras especies marinas

Una operaria, entre los estanques utilizados para la producción de dorada y lubina, en Huelva.

Una operaria, entre los estanques utilizados para la producción de dorada y lubina, en Huelva.

"El 90% de la lubina que se consume en Madrid es de piscifactoría, pero los consumidores no son conscientes". Así defiende el eurodiputado del PP Carlos Iturgaiz la importancia de la acuicultura en España. El político vasco fue el encargado, el pasado lunes, de defender en el Parlamento Europeo de Estrasburgo un informe sobre la situación de la acuicultura en la Unión Europea y los retos a los que se enfrenta.

El documento se aprobó en la sesión plenaria del martes con una amplia mayoría y, entre las propuestas que incluye, destaca la de mejorar el etiquetado de los productos acuícolas para que la información que llegue al consumidor sea más completa. La propuesta que defiende Iturgaiz es similar a la directiva europea que obligó a eliminar de los establecimientos españoles la tradicional aceitera sin etiquetas. "Es muy importante conocer la procedencia del pescado", añade el político vasco.

La mejora del etiquetado responde a una apuesta por informar a los consumidores de la procedencia del producto, pero también a la protección de su salud y del medio ambiente. El documento aprobado en Estrasburgo aboga por equiparar los controles que deben pasar las especies acuáticas criadas en la UE con los que pasan los productos del mismo sector exportados a terceros. "No puede ser que se detecte una partida procedente de un río del Sudeste Asiático contaminada con mercurio", advierte Iturgaiz

Una las compañeras de Iturgaiz en la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, la socialista Clara Aguilera, defiende también las bondades del sector en un momento de aumento de la demanda de productos pesqueros que coincide con el problema del control de la pesca extractiva por la sobreexplotación que sufren los mares. "El 60% del pescado que se consume en la UE es importado"; apunta Aguilera, que ofrece unas cifras que se refieren tanto a la cría como a la extracción. Es por eso que el informe apuesta por el impulso de la acuicultura en mar abierto, como la de agua dulce, propia del interior. "Los húngaros nos han dado una lección al respecto", asegura Iturgaiz.

"Hay que acabar con la idea de que son pescados de peor calidad", insiste la europarlamentaria granadina, que reconoce sin embargo la necesidad de dejar claro el origen para evitar posibles fraudes en el precio. En este sentido se pronuncia también el documento aprobado el martes por la Eurocámara, que aboga por crear un etiquetado que permita conocer a fondo los detalles de la trazabilidad del producto. Sin embargo, no todos los eurodiputados españoles están a favor del texto. La gallega Ana Miranda, del BNG, defendió los métodos extractivos, ya que considera que la acuicultura es una amenaza para las pesquerías tradicionales y la marisquería.

Entre las medidas incluidas en el informe para potenciar un sector poco desarrollado en la UE, llama la atención la puesta en marcha de una campaña de concienciación para los consumidores. Además, el documento defendido por Iturgaiz en Estrasburgo solicita a los estados miembros una agilización de los procesos necesarios para poner en marcha una explotación, así como un sistema rápido de licencias. "Hay que agilizar el acceso, pero cumpliendo toda la normativa", añade Clara Aguilera. Cabe recordar que España es el primer productor acuícola de la UE, con una cuota del 22% según los últimos datos disponibles.

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