Con asombro. Así es como ha recibido el empresariado andaluz el aplazamiento de la adjudicación de la carga de trabajo del avión de Airbus A350. El nuevo programa estrella de la filial de EADS era esperado por el sector aeronáutico de la región como agua de mayo -nunca mejor dicho-, sobre todo, después de las prisas con las que, desde diferentes frentes -privados y públicos-, se les instó a cerrar lo antes posible ofertas firmes por las piezas de la aeronave.

Sin embargo, y en contra de lo planificado inicialmente, los contratos no se adjudicarán hasta octubre, cinco meses después de la fecha fijada por Airbus, establecida para mediados de mayo. Un nuevo plazo, anunciado el martes pasado por el director general de Airbus España, Manuel Hita, que ha descolocado al sector andaluz, que asegura no haber recibido ninguna notificación oficial de la compañía.

"Resulta cuanto menos paradójico que se haya apremiado a las empresas para que presenten ofertas por el A350 y que ahora se sepa que los plazos se amplían", indican fuentes del sector. Y es que, según las exigencias iniciales, las propuestas debían estar en manos de Airbus antes de que finalizara 2007, de modo que, en los primeros meses de 2008, se realizara la criba correspondiente.

Pero, ¿cuáles son los motivos que están detrás del aplazamiento? Fuentes consultadas por este periódico apuntan a varios factores. El principal sería el fracaso de la venta de las tres factorías que Airbus tiene en Alemania. "Una vez externalizadas, estas plantas iban a encargarse de fabricar dos partes importantes del A350: las piezas anterior -entre el morro y las alas- y posterior -la parte pegada a la cola- de la panza del aparato", explican. Sin embargo, el fracaso de la venta obligaría ahora a Airbus a buscar a otras empresas que realicen una oferta por estas piezas, ya que la nueva política de la compañía insta a subcontratar la mayor carga de trabajo posible. Francia podría estar tomando posiciones al respecto, aunque España también estaría interesada.

Otra de las razones es que se habría dado luz verde al aplazamiento "para facilitar que determinados proyectos empresariales solventaran los escollos encontrados en el camino". Con estas palabras las fuentes apuntan claramente a casos como el de Sacesa. Considerada la joya de la corona de la aeronáutica andaluza, aspira a convertirse en contratista de primer nivel de Airbus y, para ello, está acometiendo una ampliación de capital, que le está dando más dolores de cabeza de lo esperado. El proceso, por el que dará entrada en su capital al grupo vasco Alcor y el catalán Ficosa, se está demorando por problemas para encontrar liquidez para acometer la operación. No obstante, a efectos prácticos, la nueva Sacesa -el consorcio conformado por aquellas empresas- está acudiendo a los paneles de contratación del A350 con resultados nada desdeñables. De hecho, es una de las supervivientes de las tres cribas realizadas por Airbus entre febrero y marzo y, justo ayer, subió el último peldaño del proceso. Formó parte de la Best Final Offers (BFO) del programa, con lo que su propuesta pasó a manos de la alta dirección de la compañía para recibir el visto bueno final. La firma, que ha afrontado la presentación de informes técnicos -4 de abril- y financieros -11 de abril-, ha salido airosa de ambas evaluaciones y, fuentes cercanas a la operación, aseguran que está bien posicionada para pelear por la belly fairing del avión -panza- y las trampas de aterrizaje.

Por otra parte, la dirección de Airbus España atajó ayer cualquier expectativa sobre el futuro de la planta de Puerto Real (Cádiz). Aseguró que "no está previsto que se realice, por el momento, ninguna ampliación", ya que el aumento de carga de trabajo previsto hasta 2010 -multiplicar la producción por 2,5- "se afrontará por medio de las empresas colaboradoras".