Economía

"Mientras no saquemos el dinero de su trono, estamos perdidos"

  • Sampedro sentencia que no habrá un cambio real de modelo económico si antes no se supera el capitalismo

-Señor Sampedro, ¿tiene usted Facebook?

-¿Qué? ¿Eso qué es? (risas).

-Una red social que está teniendo gran éxito en internet...

-¡Ah no, yo de internet no sé una palabra! Yo soy anterior al computador. Soy de la vieja guardia.

-Se lo pregunto porque sé que cree ciegamente en la tecnología y la ciencia como únicas materias que funcionan a toda velocidad y que son locomotoras del mundo.

-Es cierto. Es lo que funciona más eficazmente. Sólo hay que echar un vistazo a los últimos 20 años de Andalucía en ese campo. Han representado un salto exponencial. El progreso científico-tecnológico de la sociedad andaluza ha sido muy importante, por lo que me alegra mucho poder hablar en esta tribuna sobre innovación y evolución [Sampedro visitó Sevilla para dar una conferencia en el foro ECO 09 con motivo de los 20 años del IAT].

-Ahora que se habla tanto de que la innovación debe ser la piedra angular del futuro en España, ¿tiene sentido que las partidas presupuestarias para I+D se recorten?

-No se está intentando una transformación verdadera. Un cambio de modelo exige años de educación. No se cambia por decreto.

-De todas formas, ¿está de acuerdo en que estas materias deben protagonizar el cambio que necesita España para alejarse del ladrillo?

-Serán unos de los pilares, pero de ningún modo los únicos. Hace falta mucho más. La civilización en la que vivimos tiene como referente al dinero y, mientras no se destruya, se le saque de su trono y se instituyan valores mejores, no cambiaremos de modelo. Lo que está pasando no es una crisis del modelo, es el modelo mismo el que está en crisis. El sistema capitalista ya ha agotado sus posibilidades.

-¿Hacia dónde se debe caminar?

-Ésa es la cuestión. Es difícil. Estamos en una época de barbarie, de alteración de valores tradicionales: el derecho internacional se ha ido a paseo, la universidad se está suicidando con lo de Bolonia... Estamos en un momento de confusión extraordinario con la aparición de actores como China y Brasil. Hay muchos factores y es muy difícil mirar al futuro. Lo que sé es que el desarrollo actual es insostenible. En el siglo XX la población mundial se triplicó, no hay recursos para todos. Mientras creamos que todo se resuelve con dinero estamos perdidos. Hay expertos que aconsejan un reajuste: unos deben dejar de despilfarrar y otros aprovecharlo.

-Ahora está entronizado el dinero, ¿debe haber otra cosa que lo sustituya o no debe haber tronos?

-Tiene que haber valores superiores. No hay ninguna cultura que se sostenga sin unos ideales. En función de cada época han sido la religión, la razón, el progreso, la violencia, las conquistas... En este momento, en occidente, el valor supremo es el dinero y, por eso, cuando hablan de hacer nuevos modelos, todo lo que proponen es más de lo mismo. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial se están proponiendo planes de desarrollo y ninguno funciona por ello.

-¿Qué otro valor debería estar en el centro de todo?

-La educación, el perfeccionamiento del hombre, la dignidad humana, la convivencia pacífica.

-¿Le da vértigo la subida que está experimentando el paro?

-El desempleo es una consecuencia de la crisis y del tipo de trabajo que había antes ligado al ladrillo. Pero eso cesará, se reducirá.

-¿Se podría haber evitado una sangría tan grande?

-Se podría haber evitado si los banqueros americanos hubieran funcionado de otra manera, si el dinero no hubiera sido el centro de su trabajo. Se podría haber evitado, sí, pero en una civilización distinta.

-Así asistimos a casos de banqueros que se jubilan con pensiones de más de 50 millones de euros...

-Hay gobiernos que no se acuerdan de que los hacendistas hablaban hace tiempo de poner impuestos a los beneficios extraordinarios. Cuando en tiempos de crisis en los que todo el mundo pierde, la banca gana y encima los banqueros se reparten lo que se reparten, comprenderá que son beneficios absolutamente extraordinarios, que no están ganados por ellos, sino por las circunstancias en las que están trabajando. Entonces que devuelvan ese dinero excedente a la sociedad.

-¿Por qué el Gobierno no actúa?

-Porque está preso de sus intereses, teme consecuencias en los votos.

-¿Dónde está el dinero que el Ejecutivo está inyectando en el sistema y que no acaba de llegar a los consumidores?

-En los bancos, que ahora dicen que no pueden hacer operaciones atrevidas, que es lo que han estado haciendo en los últimos años.

-Bueno, entonces, eso en cierto modo es bueno, están corrigiendo errores del pasado...

-Para nada, yo preferiría que el dinero público lo manejase el público. Pero mientras haya intereses privados que dominen la cuestión, no podemos hacer nada.

-Usted ha sido profesor de Estructura Económica y por sus clases han pasado, entre otros, Solchaga, Boyer y economistas de mucha relevancia. Desde su perspectiva, ¿quién ha sido el mejor ministro de Economía de los últimos tiempos?

-Cada cual tiene sus cualidades. Todos han hecho lo que han podido, no lo que han querido. El mejor ministro del mundo no lo haría bien porque no puede luchar contra el sistema. Pero, ¿por qué funciona mal la democracia en España? Porque los que quieren el Gobierno, ahora en la oposición, fueron educados en una dictadura para ser pequeños dictadores. Hasta los 15 ó 20 años, estos señores que hoy tienen 50, 60 ó 70, estuvieron educados para serlo en su oficina y en su casa. Y a los que están mandando ahora, que querían ser demócratas entonces, no se les preparó para ello.

-¿Hay hoy más miedo que nunca en la sociedad ante una crisis como la que estamos experimentando?

-Mire si hay miedo que, en el siglo XV, los europeos se embarcaban en unas cáscaras de nuez para salir a sitios desconocidos y conquistar el mundo, con una sed de aventura tremenda, y hoy lo que hay es una sed de seguridad total. En los países adelantados hay miedo, no piden libertad, sino seguridad. Se parapetan en guetos, con murallas, alambradas, controles en aeropuertos... El capitalismo al nacer tenía un valor positivo y expansivo, pero hoy ya no. Los poderosos tienen miedo y, en cambio, los desgraciados se arriesgan en pateras para ir en busca de un mundo mejor.

-Usted, que tiene 92 años, ¿me ayudaría a adivinar cómo será el mundo dentro de 20?

-No lo sé, pero le aseguro que, como ahora, no. El desarrollo actual ha llegado a sus límites físicos, la Tierra no da tantos recursos como se exigen, y políticos, cuánto tiempo van a aguantar países como Brasil, China o la India estas injusticias. Hace pocos años, Bush creía que EEUU iba a ser el organizador del mundo. Obama ya lo duda.

-¿Qué pasará con la energía?

-Las agotables se agotarán, pero tengo dudas sobre si la salida es llenar la Tierra de molinos de viento.

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