Septiembre suele ser un mes especialmente malo, en cuanto al empleo, para el sector servicios. Termina la temporada veraniega y, con ella, los contratos vinculados a esas fechas. El año pasado fue demoledor: de las 95.357 personas que se registraron en las oficinas del paro en ese mes, 56.897 pertenecían al sector servicios, el 59,6%. En 2009, el número de personas que se ha quedado sin trabajo ha sido menor: 80.367, el segundo peor dato desde 1996, fecha en la que se inicia la serie estadística. Pero de ellas, el 80,23%, ocho de cada diez, son del sector servicios. El resto de sectores ha resistido, mal que bien, el embate del final del verano.

Aunque menos que agosto, mes que registró una subida que se comió todos los descensos desde abril, septiembre ha sido un mes malo para el empleo. España alcanza ya los 3.709.447 desempleados, según los datos del Ministerio de Trabajo. En Andalucía son ya 823.530. En los meses anteriores la tendencia había sido mejor, en evolución porcentual, que la media española, pero en septiembre no. Si el paro subió en España, respecto a agosto, un 2,21%, en Andalucía lo hizo un 2,54%. La sangría se cebó especialmente en las provincias costeras. Todas, excepto Almería, sufrieron un crecimiento del paro bastante por encima del promedio (ver infografía).

Otro dato que diferencia éste mes de los anteriores es la incidencia del paro por sexos. Ha afectado más a las mujeres, con un incremento de 46.411 personas (+2,5%), mientras que entre los hombres hubo 33.956 más (1,8%). En términos globales, el paro femenino vuelve a superar, aunque por poco, al masculino, aunque en el acumulado del año subió mucho menos (un 32% frente al 51%).

Una de las causas de esta tendencia es el relativo buen comportamiento de la construcción, que sigue destruyendo empleo pero a muchísimo menor ritmo que hace un año. El Plan E tiene efecto, pero sólo parcial: frena el paro pero apenas si genera empleo. En el sector de la construcción se han creado 1.234 puestos de trabajo y en el de la industria 637, un dato que incita a pensar que esta última actividad ha tocado fondo. Lo que sí aumenta, en término porcentuales incluso más que servicios, es el colectivo de personas sin empleo anterior, con 17.448 parados más. La agricultura sigue por libre, con un comportamiento bastante plano. Perdió 360 empleos en España, una cifra sin significación, y en Andalucía registró un comportamiento mejor: el paro bajó poco, pero bajó al fin y al cabo, concretamente en 161 personas.

Si acudimos a los datos acumulados desde 2008, las cifras son terroríficas. En España hay 1.084.079 parados más, lo que supone un aumento del 41,2% con respecto a septiembre de 2008. El comportamiento andaluz es mejor, pero es que el punto de partida también era relativamente más alto. Hay 182.097 personas más desempleadas, un 28,39% más. Con estas cifras, es bastante normal que el presupuesto en prestaciones por desempleo se haya incrementado exponencialmente: el coste para el Ministerio de Trabajo es ya de 2.608 millones, un 45% más que el año pasado. A fecha de agosto, la tasa de cobertura se situaba en el 76,75%, lo que significa que hay 862.447 personas que no perciben ningún tipo de subsidio. De ellas, por ahora sólo 52.252 han pedido la ayuda de los 420 euros.

Los afiliados a la seguridad social, 66.216 menos en septiembre, se sitúan por debajo de los 18 millones, en niveles de mayo de 2005.