Economía

La subida del coste de la vida anticipa un otoño de conflictividad laboral

Manifestación sindical en Granada el pasado mes de marzo

Manifestación sindical en Granada el pasado mes de marzo / Archivo

La subida del coste de la vida, con una inflación desbocada que no se ve acompañada por incrementos salariales que amortigüen el efecto en las economías domésticas, perfila lo que los sindicatos han bautizado como un "otoño caliente", con movilizaciones en todos los sectores para exigir la firma de nuevos convenios.

El avance del índice de precios de consumo (IPC) de este mes se ha situado en el 10,4%, cuatro décimas menos que el mes anterior (cuando había marcado su récord desde septiembre de 1984) y, de acuerdo con las previsiones del Gobierno, la inflación cerrará el año en el 7,8%, si bien otras instituciones como Funcas prevén un incremento todavía más acentuado.

Al tiempo, las negociaciones entre sindicatos y patronal para lograr un pacto salarial se rompieron cuando la CEOE se levantó de la mesa tras negarse a aceptar la cláusula de revisión salarial propuesta por los representantes de los trabajadores, esto es, un ajuste de los sueldos del próximo año en función de la inflación media a cierre de 2022.

Este choque entre patronal y sindicatos ha llevado a que solo se hayan firmado 450 convenios en lo que va de año, según el Ministerio de Trabajo, menos de una tercera parte de los que se habían rubricado en el mismo mes del año pasado (1.409). Los salarios pactados en convenio hasta julio han subido un 2,56%, casi ocho puntos por debajo del dato de inflación de ese mes.

Los sindicatos avisan de movilizaciones

Con objeto de presionar a la patronal para lograr el desbloqueo de los convenios colectivos, los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, ya han anunciado que a partir de septiembre convocarán movilizaciones.

"Es evidente que hay que presionar, sobre todo a CEOE, y en cada uno de los sectores, para abrir las mesas y reconducir el problema", asegura a Efe el secretario confederal de Salud Laboral de CCOO, Mariano Sanz, que pide "buscar formulas para evitar que haya una perdida tan grande de poder adquisitivo".

Las movilizaciones, añade, serán sectoriales y generales, ya que las demandas son "transversales". De hecho, los sindicatos preparan una "gran movilización" para finales de septiembre o principios de octubre que quiere ser "un punto de inflexión" para desbloquear la negociación colectiva.

Con todo, el secretario confederal de Salud de CCOO ha asegurado que todavía no barajan un escenario de huelgas, aunque, de no avanzar en las negociaciones con la patronal, tomarán "otro tipo de medidas".

Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha venido asegurando en los últimos días que convocarán movilizaciones "de manera inminente" si la CEOE no cambia de postura, y ha pedido a la cúpula empresarial "que sea consciente" de la necesidad de llegar a un acuerdo.

La CEOE pide diálogo

"A la CEOE lo que nos preocupa son las amenazas que se lanzan en un momento de incertidumbre", afirma a Efe el vicepresidente de CEOE y presidente de ATA, Lorenzo Amor, quien pide "diálogo, consenso y paz social".

Amor ha dejado claro que la patronal rechaza las cláusulas de revisión salarial, que no deben aplicarse de forma generalizada sino en función de la situación de los sectores concretos. Así, algunos de los convenios renovados incluyen aumentos salariales de hasta el 6% mientras que otros se quedan en el 1%.

Dentro del Gobierno, Podemos se alinea con los sindicatos y el PSOE es neutral

En esta pugna entre sindicatos y patronal, la parte del Gobierno de Podemos se ha puesto claramente de lado de la representación de los trabajadores. La vicepresidenta y ministra de Trabajo Yolanda Díaz ha afirmado que la CEOE no está a la altura y que UGT y CCOO "tienen toda la razón para salir a la calle". En una posición más neutral se han situado tanto la parte socialista del Gobierno como el propio partido. La portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, ha pedido respeto para las dos partes y la del PSOE, Pilar Alegría, ha apelado a la responsabilidad de los sindicatos a la hora de convocar movilizaciones.

Paros en las aerolíneas de bajo coste

Las compañías aéreas de bajo coste no han esperado al otoño. Las tres más destacadas que operan en España -Iberia Express, easyJet y Ryanair- han coincidido en huelgas en este final de agosto en demanda de mejoras salariales.

Sin embargo, el responsable de Vuelo de USO-Sector Aéreo, Ernesto Iglesias, descarta "un parón nacional" de cara al otoño, porque cada compañía se enfrenta a un problema concreto.

El caso de la compañía irlandesa Ryanair -donde la huelga que vienen manteniendo desde principio de verano los tripulantes de cabina de pasajeros convocados por USO y Sitcpla demanda la negociación de un convenio sujeto a la legislación española- es "un problema en sí mismo" y "una lucha a corto y medio plazo".

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