Uno de los objetivos del sector turístico andaluz es romper su fuerte estacionalidad. En esa guerra anda el Islantilla Golf Resort, el único hotel de la localidad onubense que permanece abierto los 365 días del año. Su director comercial, Alfonso Caballero, afirma que la clave está en diversificar la oferta, aunque la seña de identidad de su establecimiento sea un turismo de golf que cada año atrae a Andalucía unos 400.000 turistas y genera unos 500 millones de euros.

-Acaba de terminar el año. ¿Qué balance hace de 2010 en materia de ocupación y pernoctaciones?

-A pesar de que se preveía un 2010 complicado, hemos cerrado el año con un 5% de ocupación más que el ejercicio anterior. Además, hemos conseguido mantener los precios.

-¿Qué metas se marca un establecimiento de sus características?

-El principal objetivo para un establecimiento de nuestras características siempre tiene que ser la satisfacción de nuestros clientes y cumplir con sus expectativas en alojamiento, servicio, restauración, actividades deportivas y ocio.

-¿Comparte esa afirmación que abunda de que el turismo está en vías de recuperación?

-Formamos parte de un destino que depende de los mercados internacionales y al mejorar la situación económica general, nos repercute de manera positiva. Me atrevería a afirmar que seremos el primer sector económico en estar recuperado plenamente en nuestro país. Además, los mercados internacionales son muy sensibles a los conflictos internos en países, por lo que es más que probable que la inestabilidad política en Egipto nos acabe afectando en positivo.

-¿Qué conclusiones tiene que sacar el sector turístico de la crisis para mejorar en el futuro?

-Creo que el propio mercado hace su selección natural, en la que sólo sobreviven los mejores. Por lo tanto, habría que empezar por limitar la oferta, ya que estamos en una situación de exceso. Los organismos tienen que regular la aparición de tanto hotelero o agencia pirata, que sólo viven una temporada, y se encargan de generar una mala imagen en el mercado. La clave pasa por menos oferta en cantidad, pero de más calidad y seguridad.

-En Andalucía se apuesta por la sostenibilidad y la calidad. ¿Es el camino?

-Todo aquello que nos haga distintos nos hará mejores. Andalucía tiene sin duda tanto potencial y recursos como el que más para ser el mejor destino del mundo. Pocas regiones turísticas internacionales tienen capacidad para ofrecer simultáneamente turismo rural, sol y playa, cultural, golf, gastronómico, nieve… Pero, además, situándonos en cada una de esas categorías en los primeros puestos a nivel nacional e incluso internacional. Que en apenas una hora de coche un turista tenga a su alcance la Alhambra, Marbella, Sierra Nevada o Sotogrande es algo muy difícil de encontrar en ninguna otra parte del mundo, y eso nos beneficia a todos, qué duda cabe. De todos modos, no se puede sólo vivir de lo que ya existe. Un capital que, además, hay que saber equiparlo, gestionarlo y regularlo de una manera sostenible, preservando los recursos que tenemos, y por supuesto haciéndolos mejores, poniéndolos en valor.

-¿Está la oferta de Andalucía suficientemente diversificada?

-Bajo mi punto de vista sí. Aunque la principal motivación para el turista en Andalucía siga siendo el sol y playa, a día de hoy y con total certeza podemos decir que Andalucía tiene una oferta diversificada y el turista es consciente de ello. Quizás sea uno de nuestras riquezas.

-¿Y qué posibilidades acumula Huelva dentro del panorama?

-Huelva es la provincia andaluza que puede ofrecer una mayor oferta turística, ya que además de nuestras kilométricas playas de arena blanca y agua clara, tenemos una riqueza monumental de primer nivel, turismo rural y de montaña en la Sierra de Aracena, turismo gastronómico para los paladares más gourmet (jamón de Jabugo, gamba blanca de Isla Cristina y vino blanco del Condado), turismo natural en el Parque de Doñana, turismo familiar, deportivo… Nuestra oferta es muy extensa y, sin duda, de primera categoría.

-Uno de los grandes objetivos es el de romper la estacionalidad. ¿Cómo ha discurrido la actividad estos meses en los que baja el tráfico turístico?

-Mejor que en años anteriores. Somos el único hotel de Islantilla que abrimos los 365 días del año, en una clara apuesta por la estabilidad del empleo, el mantenimiento de nuestros elevados estándares de calidad y el desarrollo turístico de la zona. Esto cada vez es más reconocido por los turistas, que saben apreciar la calidad y las posibilidades que el hotel ofrece.

-¿Y cómo se combate esta estacionalidad?

-Diversificando la oferta. No nos basamos en ser sólo un hotel de golf o playa, donde somos de los mejores, sino que tocamos otros segmentos, como business, eventos y turismo deportivo.

-El golf es la seña de identidad del Islantilla Golf Resort. ¿Cómo se hace hueco un hotel cuando la oferta es tan amplia?

-Lo mejor es ser diferente al resto, pero buscando una diferenciación de calidad. Islantilla Golf Resort por tercer año consecutivo ha renovado el certificado Q de Calidad Turística, siendo el único resort de golf de la provincia que lo posee. Ofrecer siempre un mejor establecimiento, un campo de golf en mejor estado, un excelente servicio y a un precio competitivo nos hace estar presentes en el mercado actual.

-Crecen los turistas nórdicos. ¿Es aquí donde se debe trabajar para generar más turistas de golf?

-No exclusivamente los nórdicos, en general el turismo escandinavo es el que más está creciendo en los últimos años, pero aún lejos de los niveles del Reino Unido y Alemania, más tradicionales de golf.

-¿En qué repercute que la playa de Islantilla haya renovado recientemente su Q de Calidad?

-Un resort tan completo como el nuestro no es sólo un establecimiento, es también un destino. Un hotel de calidad tiene que venir acompañado de unas infraestructuras de calidad, que hagan el producto más fuerte y competitivo.