Las empresa Uber y Cabify dejan de operar en Barcelona desde este día 1 de febrero, el mismo día en que entra en vigor el decreto aprobado por el gobierno catalán que obliga a precontratar los vehículos de alquiler con conductor, los llamados VTC, con una antelación mínima de 15 minutos.

Uber ha informado de que, "ante las restricciones a las VTC aprobadas por la Generalitat", se ve obligada a "suspender el servicio UberX en Barcelona".

Para la compañía, la obligación de esperar 15 minutos para viajar en un VTC "no existe en ningún lugar de Europa y es totalmente incompatible con la inmediatez de los servicios bajo demanda como UberX".

En el mismo sentido ha actuado Cabify que ha expresado en un comunicado que "no puede sino lamentar que el Conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Damià Calvet haya cedido a la presión y exigencias del sector del taxi, perjudicando gravemente el interés ciudadano". Así, explica la compañía que tras revisar el texto de la Generalitat, que ya es oficial, la compañía concluye que esta regulación "tiene como único objetivo, y por tanto también como consecuencia final, la expulsión directa de la aplicación de Cabify y de sus empresas colaboradoras de Cataluña y Barcelona".