Educación

La educación, en pie de guerra

Adolfo Salvador

La educación, pese a que está considerada por todos como un camino imprescindible para salir de la crisis, sufrió durante 2011 una conmoción en varias comunidades españolas. Docentes de Madrid, Castilla-La Mancha, Galicia y Navarra se pusieron en pie de guerra por el recorte de las plantillas y el aumento de las horas lectivas dictaminados por los gobiernos del PP en esas cuatro autonomías. Especialmente en Madrid los profesores fueron muy beligerantes contra las medidas de su presidenta, Esperanza Aguirre, hasta el punto de que una marea verde (por el color de las camisetas elegidas para protestar) se manifestó en varias ocasiones contra lo que consideran una agresión en toda regla a la educación pública.

En Madrid, los profesores pasaban de 18 a 20 horas lectivas semanales con la supresión de dos horas de tutoría para un ahorro previsto de 80 millones de euros. En Galicia, de 21 a 25 horas lectivas y la obligación de atender a los escolares mientras esperan el autobús. En Castilla-La Mancha el aumento de dos horas lectivas se unía a que se dejaban de pagar dos meses de vacaciones a los interinos que trabajasen más de cinco meses y medio, la supresión de centros de formación docente y la congelación de plantillas para lograr un ahorro estimado de 139 millones de euros. En Navarra, la docencia secundaria pasaba de 17 a 18 horas con un ahorro de 8 millones.

El problema de las horas lectivas provocó uno de los errores más clamorosos de Aguirre cuando comentó que los maestros eran los funcionarios públicos que menos horas trabajaban. La presidenta de la Comunidad de Madrid se vio obligada a pedir perdón ante la avalancha de críticas que produjo un comentario tan desconocedor de lo que es realmente el trabajo de un docente en España.

La medida de aumentar las horas lectivas tiene un efecto directo sobre el empleo que es de donde los gobiernos autonómicos pretender conseguir el mayor ahorro ya que las horas extras que tiene que impartir el personal fijo ya no necesitarán ser cubiertas por interinos. Se calcula que junto al medio millón de profesores de enseñanza pública en España hay una bolsa de unos 65.000 interinos.

A las protestas de los profesores se unieron muchos padres e incluso directivos de los centros de enseñanza que consideran que a los profesores se les recorta de forma decisiva un tiempo muy útil para las labores de tutoría, programar las clases, realizar actividades y atender a los alumnos que más lo necesitan.

Este aspecto es el que más critican las asociaciones de padres, ya que consideran que, con estas medidas, todos los alumnos con necesidades especiales verán mermada la atención que los docentes pueden dedicarles.

Y todo ello en un país que soporta una tasa de fracaso escolar que supera el 30% y que queda siempre por detrás del puesto 30 en todos los Informes Pisa, a la altura de Turquía.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios