Los principales partidos políticos han dado a conocer a sus candidatos para las alcaldías de la provincia a las que concurren el próximo 26 de mayo, pero guardan mutismo sobre cuál es su candidato para la presidencia de la Diputación de Málaga. Ni PP, ni PSOE ni Ciudadanos han dicho a esta hora esta boca es mía.

En algunas formaciones políticas, por ejemplo en las pasadas elecciones locales, que quien fuera como número 2 en la lista del Ayuntamiento de Málaga a su vez figuraría como aspirante a presidir el organismo provincial. Pero ahora nadie se atreve a decir nada. Entre otras razones porque se pueden admitir apuestas para determinar quién se hace finalmente con ese trofeo político.

En el caso del PSOE, la dirección federal del partido que comanda Pedro Sánchez ya dijo hace tiempo que quería reservarse el derecho a decidir a quién coloca como candidato.

En el PP, el actual presidente de Diputación, Francisco Salado, sería el lógico candidato a mantenerse en el cargo que ahora ocupa. Pero si Salado no consigue antes revalidar el cargo de alcalde de Rincón sus posibilidades de repetir mandato en Diputación serían nulas. Así que a estas alturas nadie quiere enseñar sus cartas.