La suerte está echada también en Motril, al igual que en el resto de municipios. Los últimos cartuchos se apuraron anoche, con la celebración de los mítines de fin de campaña, celebrados por PSOE (con fiesta incluida), Convergencia Andaluza y PA. IU el ultimo lo hizo el miércoles y el Partido Popular el jueves, aunque ayer los candidatos siguieron activos a través de un recorrido en bicicleta para reivindicar que "otro urbanismo es posible, con carriles bici".

Este último ha transmitido durante estas dos semanas un mensaje claro: hay que llamar al tío, al sobrino, al amigo, repasar la lista del móvil para movilizar a los ciudadanos a que voten. Incluso Carlos Rojas, el candidato a la Alcaldía, se ofreció en su último mitin a ir a convencer a quien haga falta. Además, se jactó de que le habían dicho algunas personas que "no eran de derechas" pero que habían visto que por fin se había hecho algo en Motril y que le iban a votar.

El PSOE, por su parte, cerró la campaña ayer con la tranquilidad de que el trabajo ya estaba hecho. Han sido 15 días de una actividad frenética. Son los que más han movilizado a cargos de primera línea para recuperar su antiguo feudo. Así, la candidata, Flor Almón, estuvo arropada por José Antonio Griñán, Clara Aguilera, Alejandro Zubeldia o Andrés Ruiz, en un alarde continuo de que cuenta con el apoyo de la Junta de Andalucía.

Entre sus propuestas, la apuesta por los barrios, el turismo, la igualdad, quitar la zona azul de 10 calles o construir centros de día. De las declaraciones de Almón, la más llamativa la decisión de que no pactará con Rubiales (CA) ni hoy ni mañana ni nunca.

Este último, mientras, es más partidario del dicho "nunca digas de esta agua no beberé", aunque sus ojos parecen estar más puestos en Diputación que en el propio Ayuntamiento de Motril.

Lo que les ha desunido más a todos han sido los ataques a los modelos de gestión, que si no se pagan las nóminas, que si la deuda, que se debe un alquiler… Y lo que más les ha hermanado: la tragedia de la patera con 4 fallecidos y 18 desaparecidos, por la que todos guardaron un minuto de silencio. O la muerte de un antiguo alcalde de Motril, José Molina Navarrete, en cuyo funeral se vieron representantes de todos los colores.

Los múltiples actos han pasado, como siempre, por la socorrida gastronomía, con paellas y barbacoas. Pero los más imaginativos, sin duda, han sido los militantes de Izquierda Unida, que se han gastado su dinero en caretas con media cara de Rojas y otra media de Zapatero o propaganda en forma de embudo.