FIESTA por todo lo alto fue lo que vivió anoche el Partido Popular, que consiguió en las elecciones municipales los resultados más altos de toda su historia, con 16 concejales electos sentados en el Pleno, el gobierno de la Diputación Provincial y un resultado en los comicios que, en lo que a la izquierda concierne, ha dejado muy tocada a la futura oposición del Ayuntamiento de Córdoba. El ganador de las elecciones y futuro alcalde, José Antonio Nieto, pidió a su partido que se tome los resultados como una orden de los cordobeses de que las cosas se hagan de otra manera. 

La noche electoral del 22-M se recordará como una victoria popular inapelable. Los resultados electorales, con un Rafael Gómez henchido, decían que el PP arrancaba la noche con 13 concejales. Eran las mesas de la periferia, las más pequeñas y, también, las más favorables para la izquierda. El equipo de campaña de Nieto contaba con la absoluta casi desde que se conoció el primer dato escrutado. Los 15 concejales se acogieron con mucha alegría. Los 16, con euforia. 

Nieto fue el último de los candidatos en comparecer ante su militancia acompañado de su esposa, a quien dedicó el triunfo, y sus hijos. "Hemos pasado mucho", decía a las personas que le vitoreaban como alcalde, en un discurso en el que tuvo palabras para Rafael Merino. El análisis de Nieto de los resultados es bastante sencillo. IU y PSOE han sido castigados por el pacto de 2007 que impidió su llegada a la Alcaldía hace cuatro años. 

El alcalde electo de Córdoba emplazó a su equipo, a su candidatura, a empezar a trabajar a la voz de ya. Medio en broma, los citó hoy en el Ayuntamiento a las once y media de la mañana. "Hemos hecho una cosa muy grande", dijo el candidato popular. Nieto aseguró que los cordobeses han enviado el mensaje de que quieren un gobierno municipal que haga las cosas de otra manera, "que no mienta", "que sea de todos y no del partido". Nieto tuvo un mensaje personal hacia Andrés Ocaña, tras los horrípidos resultados de IU. "Es una buena persona", afirmó en las comparecencias posteriores a su discurso. 

El PP tiene una buena asignatura ahora. Evitar que el triunfo se convierta en una borrachera, que la mayoría absoluta sea absolutísima. Ayer, mientras era aclamado, Nieto aseguró que el futuro gobierno de la ciudad será "el más humilde, el más sencillo, el más cercano". "Yo no le voy a decir a nadie que no está en su casa cuando esté en el Ayuntamiento", afirmó, en referencia inequívoca a unas desafortunadas palabras del alcalde, Andrés Ocaña. Nieto tiene otra tarea pendiente. Buscar presidente de la Diputación que tendrá una mayoría absoluta popular, con 14 diputados. Los populares no han postulado a nadie como candidato aunque esperarán a ver cómo se desarrollan los pactos postelectorales. La respuesta oficial: ni idea. La Diputación ha sido una sorpresa. 

El PP llevaba una semana avisando de que lo de Rafael Gómez pasaba de ser una anécdota electoral a un riesgo real. El Consistorio tendrá como segunda fuerza política a un partido político cuyo portavoz se encuentra procesado en la operación Malaya y tiene una multa de 24 millones de euros por las naves de Colecor. Han acertado también los populares asegurando que la izquierda sería la gran perjudicada de la aparición en escena de Unión Cordobesa. "Han pasado cosas raras", aseguró Nieto, quien felicitó en su discurso a dos interventores "que se han jugado la vida". Lo que haya pasado de forma en los colegios electorales lo tendrá que investigar el órgano competente pero los interventores populares hablan de irregularidades graves en el proceso, se declaran abochornados por lo visto. Un discurso muy parecido al de otras fuerzas políticas. 

Nieto se puso ayer el primer gran objetivo del mandato, que termina en 2015, ante las personas que se reunieron en el hotel Hesperia, sede de la fiesta electoral del Partido Popular: Ganar la Capitalidad. El vencedor de las elecciones sacó ayer una camiseta con el logo de 2016, ante el jurado internacional le tocará defender el proyecto.