El descalabro sufrido en la jornada de ayer por el PP en Málaga capital no le cierra las puertas, sin embargo, a mantenerse por sexto mandato consecutivo al frente del Ayuntamiento. Su cabeza de cartel, Francisco de la Torre, se mantiene como el más votado, aunque con una hemorragia considerable en el apoyo ciudadano. De los 19 ediles alcanzados en 2011, ayer los populares apenas fueron capaces de conseguir 13, muy lejos de los 16 que le hubiesen permitido alcanzar otra vez la mayoría absoluta.

En este escenario, que en el que emergen con fuerza partidos alternativos como Málaga Ahora (apoyada por Podemos), con 4 concejales, y Ciudadanos, se convierte en clave esta última formación. Los 3 ediles cosechados por el partido liderado por Juan Cassá se convierten en llave para dar estabilidad a un hipotético gobierno de De la Torre. Esas posibles alianzas puntuales y la previsible incapacidad de pactar de los otros cuatro partidos que obtienen presencia en la Casona del Parque permiten augurar otro mandato popular.

La debacle popular, que se traduce en unos 40.000 votos menos que en 2011, es especialmente sensible en lo personal para De la Torre, que venía arrastrando quince años de gobierno (tras llegar a la Alcaldía en 2000) y tres mayorías absolutas seguidas. La posición expresada por los electores en las urnas cuestiona de manera más que evidente la gestión de su equipo de gobierno en el pasado mandato, a lo que hay que sumar el desgaste generado por las políticas de recortes del Gobierno central.

María Gámez, candidata del PSOE, no ha sido capaz de mostrarse como alternativa real ante la ciudadanía. Muestra de ello es que, si bien mantiene los 9 concejales que ya obtuvo en 2011 (con 1.800 votos más) no la logrado aportar elementos que hiciesen posible desbancar a los populares. IU Málaga para la Gente, por su parte, logra 2 concejales, pero pasa a ser la quinta formación, tras Málaga Ahora y Ciudadanos.