Izquierda Unida se ha derrumbado en Manilva. Ha perdido cerca de 900 votos y la mitad de sus concejales. De los ocho que obtuvo en los comicios de 2011 pasa a cuatro. Son los efectos directos de la grave crisis política interna sufrida después de que su anterior alcaldesa, Antonia Muñoz, tuviese que dejar la Alcaldía rodeada por causas de corrupción y enchufismo. Muñoz, que ayer fue denunciada por una apoderada de MSI porque presumiblemente repartía propaganda electoral de IU en las inmediaciones de un colegio electoral, dejó la alcaldía en manos de Diego Urieta, quien a su vez ha concurrido en estos comicios al frente de Compromiso Manilva. Este panorama ha provocado una profunda fractura en el mapa electoral. Urieta ha conseguido cinco concejales, los mismos que el socialista Diego Jiménez. Es decir, el futuro de Manilva se confía a la capacidad de las diferentes formaciones políticas para alcanzar acuerdos. La iniciativa puede partir tanto del PSOE, Compromiso o Izquierda Unida. Las formaciones minoritarias que han conseguido representación en este caso son el Partido Popular, que ha obtenido dos escaños, frente a los tres de 2011 y la Asociación Socialista de Manilva, con uno.