Hasta que no estaba el 99% escrutado no bajó de la habitación del Hotel Corona en la que estaba enclaustrado desde las ocho de la tarde. Probablemente, porque ante un panorama tan clásico plural como el que se abre, Paco Cuenca necesitaba pensar bien su discurso junto a su gente de confianza para ver la estrategia que van a llevar los socialistas en los próximos días y sopesar en que términos iba a interpretar su victoria, la de que José Torres Hurtado pierda la mayoría absoluta tras doce años. Una vez que apareció fue recibido con los clásicos gritos de "alcalde, alcalde". Pero lo cierto es que ni de momento es el regidor de Granada ni era realmente su victoria, sino la de los partidos emergentes que obligan a los grandes del bipartidismo a sentarse a hablar con ellos para lograr pactos.

El PSOE sólo tiene un camino: unir fuerzas con los cuatro concejales de Ciudadanos y los tres de Vamos Granada para desbancar a los 'populares' de su hegemonía en la Plaza del Carmen. Esta vez sí las encuestas fueron certeras y cumplieron con las expectativas de la pérdida de la mayoría absoluta del PP. No obstante, se trata del peor resultado en votos del PSOE de la capital desde las primeras elecciones de la democracia en 1979 y de un estancamiento en los ocho concejales para un partido que durante los años ochenta y noventa campó a sus anchas por Granada. Así que a Paco Cuenca no le quedó más remedio que hablar "de un buen resultado" por haber revalidado la representación y enfocar toda su intervención en la palabra "diálogo".

Una vez que finalizó el turno de tópicos y felicitaciones varias, lo primero que pronunció el líder socialista fue que "se ha acabado, y de forma holgada, la mayoría absoluta de Torres Hurtado". Cuenca aseguró que con el resultado de las municipales se termina el mando de un alcalde que "ha dado la espalda a la ciudad. Los granadinos le han dicho al PP que ha llegado un nuevo tiempo. La política de Torres Hurtado es historia". Un cambio que según él estará fundamentando en vocablos tales como diálogo, consenso, entendimiento y alianzas.

El propio Cuenca reconoció la aparición de un escenario muy abierto y justificó el recorte de votos del PSOE en que tanto el PP como IU habían pagado con la misma moneda en toda España. "Nada va ser igual a partir de hoy, la gente ya no quiere mayorías absolutas ni caciques", manifestó tajante. Pero para todo eso trabajo de pactos y alianzas que se espera con las nuevas fuerzas emergentes a los que felicitó, Cuenca puso una condición: "Quieren diálogo, pero ojo con un proyecto de ciudad transparente y abierta". El socialista afirmó que ni ayer ni antes se había sentado a hablar con nadie, pero que a partir de hoy le tocará empezar esa ronda de pactos y "sentarse a hablar con todo el que haga falta y crea en un proyecto de ciudad".

Especialmente 'picante' se espera el encuentro entre Cuenca y el ex senador socialista Luis Salvador. Quiso eludir su posición respecto al número de uno de Ciudadanos, aunque se mostró escéptico entre un posible pacto PP-Ciudadanos. "Pregúntale a García Montero después de la campaña que ha hecho (refiriéndose al spot publicitario del PP en contra de Ciudadanos)", espetó a los periodistas.

Por último, habló de una serie de medidas que considera urgentes para la ciudad. "Lo primero sería sentarse con el Ministerio de Fomento porque Granada debe estar abierta por cielo, mar y aire", dijo en relación a la polémica sobre la llegada del AVE. Además, mencionó otras cuestiones como la capitalidad cultural europea, la necesidad de recuperar la teleasistencia o la apertura inmediata de la Biblioteca de las Palomas del Zaidín.