Elecciones Andalucía

De las primarias de Zoido a las mil consultas de Participa Sevilla

  • El PSOE concluye con vibraciones buenas su primera negociación. El PP asume todas las exigencias de C's.

La semana concluye sin que los diferentes partidos políticos hayan avanzado demasiado en un acuerdo para definir el color y la composición del próximo Ayuntamiento de Sevilla. Los contactos han sido continuos y fluidos, sobre todo, los del PSOE con Ciudadanos y los partidos de izquierdas, pero hasta la semana que viene no habrá ningún acuerdo firme sobre la mesa.

El paso más formal lo dieron ayer los socialistas con los negociadores de Participa Sevilla, que estuvieron debatiendo durante dos horas de discurso intenso y agotador sobre las prioridades que debería marcarse el futuro gobierno. Fue fácil que ambos se pusieran de acuerdo: si para el PSOE lo primero es el empleo, la vivienda, la descentralización, la transparencia y la remunicipalización de los servicios; para la candidatura de Susana Serrano el decálogo empieza por el denominado rescate ciudadano, la vivienda, el empleo, las cláusulas sociales, los servicios públicos, la participación ciudadana, la regeneración democrática o la transparencia.

Puntos de obligada concurrencia y, más que discrepancias, hubo diferentes puntos de vista. El PSOE insistió en dar un giro de 180 grados a las políticas municipales y conseguir que el diálogo sea el ADN del nuevo mandato, respondiendo en parte a las peticiones de Participa Sevilla sobre la necesidad de que la ciudadanía participe en las decisiones del gobierno. Mientras que la otra fuerza se centró en su interés por una auditoría ciudadana que fiscalice al gobierno municipal. Pero poco más se pudo avanzar pues la complejidad del mecanismo puesto en marcha por Participa Sevilla obliga a postergar cualquier decisión a su votación en asamblea y, por tanto, a ser extremadamente cautelosos y reservados. No obstante, antes del próximo lunes, el PSOE espera tener un documento donde la otra formación concrete los puntos de un posible acuerdo, que entonces podrá evaluar y podría ser la base de un futuro pacto. Un acuerdo que podrían tumbar el próximo miércoles y jueves las asambleas a las que no sólo se les preguntará por la idoneidad del documento, sino por tres posibles opciones: dejar gobernar a Zoido, o entrar en el equipo municipal o simplemente apoyar la investidura de Juan Espadas.

Así que todo está igual de abierto. El PSOE confía en formalizar las negociaciones antes del miércoles con Izquierda Unida -que hasta ese día estará consultando a sus bases y con quien la negociación se presume más sencilla- y también con Ciudadanos, que ayer dio también un paso adelante al enviar a los distintos partidos un documento cuya firma considera un requisito previo para negociar.

Un compromiso por la regeneración política, un concepto que se repite en los distintos programas electorales, y al que ayer se adhirió el PP. Juan Ignacio Zoido no sólo se entregó por completo y asumió todas las exigencias del partido naranja, incluida sorprendentemente la elección de los candidatos mediante primarias, sino que las amplió con sugerencias propias que ya puso en marcha o esbozó en su mandato, desde un portal de transparencia a una ordenanza.

La formación capitaneada por Javier Millán se lo puso ayer fácil a los partidos, pues lo que exige es separar de cargos públicos o de partido a imputados por corrupción política, que haya responsabilidad patrimonial subsidiaria de los partidos en estos casos, que se aparte a quien haya falsificado su currículum para acceder a un cargo, prohibir las donaciones, las condonaciones de los créditos bancarios a los partidos, que se tipifique el delito de financiación ilegal de partidos, que se obligue a las fuerzas políticas a publicar sus cuentas, se les exija un órgano interno anticorrupción y se instauren las primarias. Difícilmente alguno verá inconvenientes.

El PP reivindicó la legitimidad de Zoido para dialogar con todos, defendiendo un día más el principio de que debe gobernar la lista más votada y evitar nuevos "pactos de perdedores" que dejen, como pasó en 2007, hipotecas como las setas no escritas en ningún acuerdo. Para otras fuerzas estos órdagos de Zoido no son más que simulacros de mano tendida de un partido y un candidato que ayer mostraron una imagen de descoordinación al difundir, en un intervalo de menos de una hora, dos respuestas distintas al envite de Ciudadanos. Error de cálculo. Quedan muchas propuestas por oír y mil consultas que amenazan con devolver la partida a la casilla de salida.

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