Rafael Hernando. Candidato del PP de Almería al Congreso de los Diputados

"En Almería hay 126.800 razones para apostar por el cambio del PP"

  • El candidato popular al Congreso tira de los datos de parados de la EPA para hablar de una "tragedia que tiene responsables con nombre y apellido". Hernando asegura que "han sido ocho años perdidos para la provincia"

Nacido el 13 de noviembre de 1961 en Guadalajara, Rafael Hernando aterrizó forzosamente en la provincia a principios de los noventa para ser diputado nacional en nada menos que cinco legislaturas y ahora es candidato para la sexta.  Tiene tres hijos, es abogado y fue uno de los hombres fuertes de Aznar durante su Gobierno. Es uno más de la familia del PP almeriense y lo quiere ser por mucho tiempo.

- ¿Cuáles serán las claves de la campaña del PP para llegar a los ciudadanos y pedirles el voto?

-Ser capaces de explicar a los ciudadanos que hay otra manera de hacer las cosas, que el cambio político es imprescindible para enderezar el rumbo del país y que el Gobierno se tiene que centrar en lo importante para los ciudadanos, principalmente el empleo, que es la tragedia más grave que en estos momentos padece la sociedad española.

- El PSOE asegura que si llegan al Gobierno enterrarán el Estado del Bienestar...

- Creo que el PSOE sigue en la política de la confrontación y su campaña va a ser de pelea. Nosotros no nos vamos a pelear porque lo que tenemos que hacer es una apelación a la sociedad española en el sentido de que hay que cambiar las cosas y una de las fundamentales es generar colaboración no confrontación y llamada a la unidad de todos los españoles para sacar el país adelante después de la ruina que ha provocado el Gobierno socialista. Ellos empezaron su primera legislatura con una política enfrentista, todo contra el PP, excluyendo de la vida a una parte de los españoles, enfrentando a laicos contra creyentes, izquierdas contra derechas, ricos contra pobres y al final eso es uno de las causas que nos han llevado a esta situación de desánimo a la sociedad española. Esto se saca adelante con la colaboración de todos. Hay que volver a las políticas que permitieron, cuando gobernó el PP, generar empleo. Con el Gobierno de Aznar se crearon cinco millones de empleos y con el de Rubalcaba y Zapatero hemos llegado a cinco millones de parados. Y esta provincia es una prueba palpable de lo que ha sucedido porque cuando nosotros nos fuimos del Gobierno había 23.000 parados y hoy hay 126.000 en la EPA y en paro registrado los datos han salido estos días los datos y son 75.000 parados frente a los 13.000 que había con el PP. No vamos a perder el tiempo escuchándolos hablar de catástrofes y recortes. Fue la vieja campaña del 93 cuando decían que íbamos a quitar las pensiones a los mayores y se ha visto que no, decían que íbamos a acabar con la escuela pública y se ha visto que no y hablan mucho de Madrid y es precisamente una de las comunidades autónomas con menor nivel de fracaso escolar y mayor calidad de la enseñanza hay, según el informe PISA, mientras que el modelo andaluz está en los primeros puestos en fracaso.

- Las listas del PP cuentan con un buen número de alcaldes...

- Es la experiencia de la gestión y además exitosa, la de Luis Rogelio, por ejemplo, ha sido reconocida por el Gobierno socialista y la vicepresidenta económica como modélica. Lo que estamos en personas con experiencia de gestión y eso es positivo para el nuevo periodo de cambio que se tiene que iniciar en España. Son necesarias personas con experiencia en administraciones públicas y viven el día a día de los problemas de los ciudadanos. La primera línea de la política pasa precisamente por sus despachos. De hecho hay parlamentos donde es algo habitual. En Francia algunos de los ministros son alcaldes.

- Vuelve a encabezar la candidatura del PP, ¿es un reconocimiento al trabajo realizado?

- Pues yo creo que sí. Se ha apostado por la continuidad y la experiencia en unos momentos de dificultad para el país y la provincia de Almería donde la crisis económica ha tenido especial incidencia. Creo que soy una persona que puede seguir aportando cosas al proyecto del PP y a un gobierno que pueda presidir Rajoy si recibe la confianza de los ciudadanos y soluciones a esta provincia, a Andalucía y al conjunto de España. Sabemos que es lo que no ha funcionado y lo que sí ha funcionado en esta provincia. Y lo primero es trasladar el optimismo a la gente, de que las cosas pueden y van a cambiar y que la oportunidad del cambio empieza el 20 de noviembre. En esta provincia hay 126.800 razones, que es el número de parados, para apostar por el cambio.

- Uno de los puntos más polémicos del programa de Rajoy es el trasvase del Ebro. No se incluye mención alguna, ¿por qué?

- Es que tampoco se incluyó en el programa electoral de 2008, ni tan siquiera en el de 2000, porque no hay una concreción de las obras, pero creo que está clara la voluntad del PP de llegar a un gran acuerdo nacional del agua y se dice explícitamente en el programa, que eso supone volver al modelo del Plan Hidrológico Nacional, que fue un gran acuerdo, quizás haya que variar algunas cosas porque las circunstancias no sean las mismas que entonces, pero evidentemente lo que vamos a hacer son trasvases de donde hay agua y sobra para llevar los excedentes a donde no hay. Y ahí están los datos, en estos últimos ocho años por Tortosa se han vertido al mar casi 100.000 hectómetros cúbicos. En ese periodo el máximo que habría alcanzado en ese periodo el trasvase sería de 8.400 hectómetros cúbicos. Es evidente que hay razones para pensar que hay agua sobrante. Este es un país que tiene que vertebrarse económicamente, que tiene que vertebrarse a través de las infraestructuras, necesitamos el Corredor Mediterráneo y estar conectados por autovía con Málaga, y también vertebrarse desde el punto de vista hídrico. Las transferencias hídricas son obras fundamentales y creo que el modelo alternativo de desaladoras ha fracasado.

- ¿Cree que el Plan AGUA no ha solucionado el déficit hídrico?

- Aquí nos vendieron que no era necesario el trasvase del Ebro.  Hoy todo el mundo reconoce que las desaladoras solo pueden ser sistemas complementarios de suministro hídrico y que si basas tu crecimiento económico en la desalación estás condenado al fracaso porque el éxito se tiene que basar en la competitividad frente a otros que se consigue con sistemas de producción que sean rentables. Por lo tanto, si aumentas el precio del agua estás haciendo menos productiva tu agricultura y arruinando al campo. Desgraciadamente en Almería la alternativa del Plan Agua ha fracasado y ahí está que sólo han concluido una desaladora en Villaricos que funciona al 25% y un disparate con una tubería desde Carboneras para llevar agua a una zona donde ya existe agua, gracias al trasvase del Negratín, y era un proyecto que iba a costar 20 millones de euros y al final ha subido a 95. Se han hecho obras sin pies ni cabeza. En lugar de soluciones lo que se han creado son problemas para el futuro porque ahora hay que mantener esas infraestructuras.

- Cospedal ha cuestionado el trasvase del Tajo e incluso le pone fecha de caducidad... ¿No le preocupa al PP almeriense?

- Creo que nadie piensa que se pueda prescindir en estos momentos del trasvase del Tajo-Segura porque es esencial para el desarrollo económico de Alicante, Murcia y del norte de la provincia de Almería. Lo que la señora Cospedal ha sostenido es que el desarrollo del sureste español no puede seguir basándose eternamente en la utilización de los recursos de la cabecera del Tajo y que hay otros que tienen la obligación de ayudar. Bono no explicó el otro día en Almería por qué decidió que los diputados del PSOE de Castilla-La Mancha votaran en contra del trasvase del Ebro en 2004, como también hicieron los diputados y senadores socialistas de esta provincia aún sabiendo que la infraestructura iba a servir para zanjar el problema del agua para siempre. Es la experiencia histórica. El precio del Tajo-Segura en Almería es de 17 céntimos por metro cúbico, después de atravesar 450 kilómetros. Es una obra amortizada y genera unos ingresos y Castilla-La Mancha está en su derecho de exigir. En estos momentos el trasvase del Negratín aporta 50 hectómetros cúbicos a la misma zona por 23 céntimos. El problema es que la desalación, para hablar sólo de producción y transporte, el precio es el triple. Hay gente que ha hecho planteamientos económicos con supuestos que solo sirven para fomentar la falta de competitividad en la producción. Aquí el precio del agua se ha disparado, el de las tarifas eléctricas también y los costes suben.

- ¿Influyen las políticas del Gobierno en la falta de competitividad?

- Si hay algo que recriminar a este Gobierno, aparte de de las mentiras sobre la crisis, es que no se han cuidado los sectores productivos. Ni tan siquiera a la agricultura; no se la ha defendido adecuadamente en la Unión Europea y lo hemos visto este año con la PAC y el pasado con la crisis del pepino donde el Gobierno estuvo ausente. Han defendido un acuerdo a terceros con Marruecos que perjudica los intereses de España y de nuestros agricultores. Hemos hecho una apuesta por las energías renovables, pero lo que tiene que saber la gente es que la energía eólica tiene una prima que hace que cueste cuatro veces más que una central nuclear o térmica. Utilizar sistemas de producción energética que tienen que irse desarrollando y van a producir saltos tecnológicos con una prima excesiva, permanente en el tiempo e incontrolable que ha sido un gravísimo error. Eso es lo que ha producido un encarecimiento de la factura eléctrica del 65% y un déficit  tarifario del que ya tiene una deuda el próximo Gobierno de 25.000 millones de euros que se ha generado con las eléctricas en los últimos seis años. Esto es lo que hay que contarle a los ciudadanos, nada de grandes discursos.

- Después de dos escisiones ya superadas, el PP consiguió en las municipales su mejor resultado. ¿Viven su momento más dulce?

- Vivimos una etapa de una enorme responsabilidad y preocupación. A nosotros no nos han dejado precisamente, como sí hicimos en 2004, las arcas llenas y nos estamos encontrando unos agujeros abismales en los ayuntamientos en parte producidos por los acuerdos y la irresponsabilidad del PSOE y en otra parte por sus propias decisiones en política. Que uno vaya al Ayuntamiento de Huércal Overa y se encuentre una deuda de 25 millones de euros es un problema o un agujero de 200 millones de euros en la Diputación y 250 en El Ejido. Y así ayuntamiento a ayuntamiento. Esto es lo que hemos heredado, por tanto, de dulce nada. Estamos intentando gestionar y dar soluciones a unas administraciones públicas que algunas han dejado absolutamente arruinadas. Ahora hay que decirle a la gente que la fiesta ya se acabó, hay que optimizar los recursos al máximo y explicar que los valores que son capaces de sacar un país adelante son el esfuerzo, el trabajo, primar el talento, la imaginación y ayudar siempre al que más lo necesita. Aquí hay algunos empresarios de éxito a los que siempre les he escuchado lo mismo y es que hay que tratar a los clientes como si de un hotel de cinco estrellas se tratara. Y eso también hay que hacerlo en las administraciones públicas y no solo a los ciudadanos, también si alguien viene a invertir a la provincia. En los últimos años a la gente se le ha tratado a patadas aquí, ha habido una inseguridad jurídica para las inversiones que nos ha llevado a conocer disparates en materia urbanística como el derribo de la vivienda de los Prior o el hotel del Algarrobico que los mismos que daban la licencia y subvencionaban con tres millones de euros luego a continuación tomaban la decisión de que había que tirarlo abajo. Eso no favorece las inversiones y mucho menos del extranjero que tanto ha aportado al milagro español.

- ¿Repetirán el 20-N el buen resultado de las municipales?

- Espero que sí. Creo que aquí en Almería la gente ha podido comparar lo que ha sido una etapa de Gobierno del PP en la que se crearon 100.000 empleos en la provincia y una de los socialistas en la que el paro ha aumentado en 100.000 personas. En los últimos ocho años el paro se ha multiplicado por cinco en Almería. La crisis en Almería no empezó en 2008, ya a finales de 2006 vimos los primeros datos de paro negativos. Y ese era el momento de empezar a tomar medidas y nadie quiso hacerlo. Aquí los dirigentes del PSOE creían que era algo coyuntural. Es una tragedia y tiene responsables con nombres y apellidos y son Rubalcaba, Zapatero y Griñán. Al final, la política socialista ha acabado con Zapatero y Rubalcaba lo mismo que acabó con Felipe González y Rubalcaba. En paro, en corrupción y en desconfianza y eso es lo que hay que cambiar a partir del 20-N.

- ¿Qué le parece la renovación del PSOE y sus candidaturas?

- No creo que Rumí sea mucha renovación. En el año 2000 ya encabezó la candidatura socialista y perdió las elecciones. Luego ha sido la número dos en 2004 y 2008. Es cierto que parece que es renovación porque en estos ocho años de secretaria de Estado ha estado inédita en la provincia de Almería, no la hemos visto ni aparecer por aquí. No ha venido a defender lo que estaba haciendo el Gobierno de Zapatero, aunque tampoco había mucho que defender. De los 2.500 millones de euros para inversiones que se aprobaron en estos últimos ocho años no se han invertido ni apenas 1.000 y ver como cada año nos prometían grandes inversiones que luego no se ejecutaban es frustrante. Rumí ha sido el cargo almeriense más importante en el Gobierno de Zapatero, ella es la zapatera almeriense y alguna responsabilidad tendrá en todo esto que ha pasado. En el PSOE no veo renovación, sino más de lo mismo, luchas internas y noches de cuchillos largos. Siguen siendo los mismos. El señor López o el señor Pérez Navas no me pueden decir que son renovación.

- Después de tantos ataques, ¿no echa de menos al Clan de Cuevas?

(Risas, más bien larga carcajada).   - La vida pasa, cambia y les deseo lo mejor en su vida personal, no creo que tengan muchas razones para ponerse medallas, desgraciadamente para todos porque ese clan ha tenido muchísimo poder en el PSOE y no lo han sabido ejercer convenientemente en beneficio de la provincia. Pero el PSOE no ha sido solo ese clan, ha habido una responsabilidad colectiva de muchas personas, por ejemplo, la señora Rumí ha estado ahí, otra cosa es que no haya sido capaz de llevarse bien con sus compañeros. Aquí hubo un señor que dijo que a los gobiernos se les juzgaba por su capacidad para generar empleo y se llama José Luis Rodríguez Zapatero. Por lo tanto, el próximo día 20, los ciudadanos tienen que juzgar si apoyan a un candidato que se llama Rubalcaba o a Rumí que han estado en ese Gobierno o si quieren cambiar y apostar por otros que ya abanderaron una política que sirvió para generar riqueza y desarrollo en la provincia.

- ¿Todo ha sido tan negativo?

-  Creo que las cosas lejos de mejorar han ido a peor. Si uno hace un repaso a las infraestructuras han sido ocho años perdidos para Almería porque seguimos sin estar conectados con Almería por autovía, se han acabado diez kilómetros en dos legislaturas, siendo el único tramo de todas las autovías costeras que no está construido. Si uno habla de las infraestructuras ferroviarias también estamos peor que hace ocho años. Es verdad que se han empezado las obras en un tramo, pero el resto está sin adjudicar ni licitar. Y la obra que iba a costar 1.000 millones de euros ya está en 1.600 millones. De los 685 millones aprobados por el ADIF para el tren de altas prestaciones que antes iba a ser de Alta Velocidad y sólo se han invertido 190. Dónde están los 500 millones restantes. Podrían estar en obras todos los tramos y sólo están 14 kilómetros en ejecución. Eso sí, fotos han venido a hacerse cada dos meses en la puerta del túnel, en medio del túnel, al final del túnel, pero cuando se acabe el túnel no hay ni un solo raíl. No se han construido los accesos al Puerto de Almería, no se ha hecho nada por los accesos de la autovía por Viator. Estudios y proyectos han hecho una barbaridad porque han gobernado para la foto y la propaganda no para resolver los problemas de los ciudadanos y hemos perdido ocho años en los que han tenido dinero a espuertas para haber acabado todos los proyectos.

- ¿Cuál ha sido su peor momento en política?

-  Fue, sin duda, el trágico atentado del 11-M en las elecciones de 2004 y el terrorismo de ETA. Lo que más tristeza me ha dado ha sido la política de confrontación absurda e innecesaria del PSOE. La oposición descabellada que sufrimos en 2003 cuando llegaron a pasear pancartas por las ciudades con las fotos de los diputados del PP llamándonos asesinos. Han sido los momentos más decepcionantes y por supuesto los errores estratégicos a la hora de afrontar la  crisis.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios