Elecciones

Rajoy refuerza su apuesta por el cambio tras el debate electoral

  • Ante un auditorio lleno de 5.000 personas, confesó tener "más ganas que nunca" y estar "más preparado" · Insiste en sustentar su propuesta en la austeridad y el apoyo a los emprendedores.

A Mariano Rajoy, candidato a la Presidencia del Gobierno el próximo 20 de noviembre, se le vio ayer en Málaga, si no eufórico, sí satisfecho. El primer gran acto tras el debate del pasado martes, que le enfrentó a su contrincante electoral, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, sirvió al líder nacional del PP para insistir en la necesidad de impulsar el cambio en España y para hacer un llamamiento "a todos", con independencia de sus ideas "y de a quién votaron".

Lejos de caer en el triunfalismo, que sí parece destilar la formación popular tras el cara a cara con Rubalcaba, optó por un discurso menos efusivo, aunque con algunos gestos de alegría. "Quiero que sepáis que me siento con más ganas que nunca, que estoy más preparado que nunca y sobre todo con la fuerza que me contagiáis; juntos vamos a cambiar las cosas y vamos a sacar a España adelante", expresó. Incluso, ante la insistencia de los asistentes, llegó a botar. "Puedo hacerlo más, porque estoy en forma, aunque no me parece lo más adecuado hacer exhibiciones", ironizó.

Más allá de este gesto, su discurso estuvo marcado por la insistencia en la necesidad de "cambiar las cosas". Y lo hizo, ante un auditorio de alrededor de 5.000 personas que llenaron en la tarde-noche de ayer el Pabellón de Deportes de la Universidad de Málaga, insistiendo en su propuesta para "sacar a España de la crisis" con austeridad y apoyo a los emprendedores.

En relación a la primera de sus ideas-fuerza, afirmó claramente que las administraciones públicas "tendrán que apretarse el cinturón y ser imaginativas para hacer más con menos". "En los momentos fáciles vale cualquiera, en los difíciles hay que tener agallas, competencia y fuerza", añadió. De la segunda fue taxativo al afirmar que es "un principio inspirador" de las políticas del PP.

Acompañado de los principales representantes del PP en Andalucía y la provincia de Málaga, con Javier Arenas y Elías Bendodo a la cabeza, respectivamente, el líder nacional lanzó un mensaje a aquellos que cuestionan sus formas tibias. "El cambio es ser prudentes y también ser valientes, tener competencia, ser capaz de hablar, de entenderse; no queremos división en España", apostilló, al tiempo que anunció su compromiso a formar "un gobierno responsable, no un gobierno para tener buena imagen".

Para Rajoy, la elección a la que se enfrentan los votantes el próximo 20-N se resume en una dicotomía: "O seguimos como hasta ahora o cambiamos; o seguimos equivocándonos o vemos la luz al final del túnel". Un paso para que el que el candidato popular reclamó el máximo apoyo posible, con el fin de "reformar todo lo que haya que reformar y todo lo que vaya mal".

Aprovechó su intervención, además, para ratificar su compromiso con el carácter público del sistema de pensiones, de sanidad y educación. "No aceptamos clases de nadie, sobre todo de los que han congelado las pensiones", dijo en alusión al PSOE. "Lo han hecho muy mal y a ver quién me lo discute; no han estado a la altura de las circunstancias ni de la grandeza del pueblo español", abundó en su crítica a los actuales responsables del Gobierno.

"El objetivo es crecer, crear empleo, porque no se puede vivir en un país que aspira al ser el mejor con la actual tasa de desempleo; no queremos ser el país de Europa con más desempleo", añadió Rajoy en el mensaje. Frente a su moderación, los más de 5.000 asistentes al mitin mostraron a las claras su convicción en la victoria el 20-N. Gritos de "presidente, presidente" o "tú sí que vales" pusieron la nota de color en una jornada en la que Rajoy fue presentado por el máximo dirigente del PP andaluz, Javier Arenas, con un lacónico pero significativo: "Presidente".

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