Elecciones

El PSOE salva los muebles con su peor resultado

  • Los socialistas se mantienen como segunda fuerza y podrán decidir quién llega a Moncloa Sólo ganan en votos en Andalucía y Extremadura.

El PSOE consigue los peores resultados de su historia desde la restauración de la democracia en España. Pierde un millón y medio de votos y 20 escaños, pero el botín parece suficiente para los socialistas que continúan como segunda fuerza y con relativa capacidad de maniobra. Pueden intentar llegar a Moncloa con el apoyo del resto de la izquierda y los nacionalistas o dejar gobernar a Mariano Rajoy.

 

Sánchez compareció en la sede  de Ferraz flanqueado por la presidenta del partido, la andaluza Micaela Navarro; y su hombre fuerte en la ejecutiva, César Luena; para reconocer la derrota y anunciar una posición conservadora. "Corresponde a la primera fuerza política intentar formar Gobierno", dijo con seriedad. Pero también aseguró que "España ha votado izquierda y ha votado cambio". Una "nueva etapa" que, para el candidato socialista, "tiene que dejar atrás la imposición y abrir un periodo de diálogos". Sánchez también se mostró orgulloso de la labor de su partido al que "han intentado hacer desaparecer al PSOE y no lo han conseguido".

 

El 22% de votos logrado por las listas del puño y la rosa -el porcentaje estimado por los sondeos era algo peor- permite a los socialistas aguantar con relativa fuerza el envite de Podemos, que  se coloca como tercera fuerza política y el más probable aliado del PSOE si Pedro Sánchez quiere ser investido como presidente. 

 

Si Rajoy no es capaz de conseguir una mayoría en el Congreso de los Diputados, será el líder socialista quien deba levantar el teléfono para convencer a Pablo Iglesias para que Podemos le preste su apoyo. El partido morado se ha convertido en el enemigo íntimo del PSOE. Lo necesita para poder gobernar, pero es quien le ha robado los votantes en el sector progresista, ante una Izquierda Unida camino de la irrelevancia. 

 

En las elecciones de 2011, los socialistas sólo lograron ser primera fuerza política en Sevilla y Barcelona, en los  históricos graneros de votos para el PSOE: Cataluña y Andalucía. El nuevo escenario tetrapartidista cambia un poco las cosas. El PSOE mantiene el bastión del Sur, donde el desgaste sólo les resta tres escaños y gana en cinco de las ocho provincias. Pero fuera de Andalucía, el partido de Sánchez sólo consigue ser la primera fuerza en Badajoz. 

 

El cinturón rojo de Barcelona se ha vuelto morado y Podemos consigue el sorpasso en Cataluña.En Comú Podem, la coalición donde están Podemos, Izquierda Unida y Equo consigue 12 diputados frente a los ocho del PSC, que pierde ocho escaños. Lo mismo ocurre en la Comunidad Valenciana, donde la candidatura de Podemos y los nacionalistas de Compromís arrebata al PSOE el segundo puesto; mientras que en Galicia los socialistas repiten en número de parlamentarios, pero también quedan relegados a ser la tercera fuerza en votos, por detrás de En Marea.

 

Podemos también adelanta a los socialistas en Navarra, Baleares y el País Vasco, pero resulta mucho más doloroso el batacazo de Madrid. El PSOE sólo consigue ser cuarta fuerza, detrás de un imbatible PP y las fuerzas emergentes. Eduardo Madina, que iba el séptimo en la lista, no volverá a la Carrera de San Jerónimo en la nueva legislatura. Hace poco más de año y medio, el político vizcaíno pugnaba con Pedro Sánchez por la Secretaría General del partido. 

 

Sin embargo, el político madrileño no tendrá que lidiar sólo con el resto de partidos. Un cuarto de los votos socialistas proceden de Andalucía y la federación más fuerte del PSOE querrá tener voz a la hora de gestionar los  pactos post electorales. Y Susana Díaz no parece muy dispuesta a ir de la mano de Podemos, pero dijo la semana pasada que la gran coalición tampoco es una opción. A pesar del oscuro escenario que se presentaba, el PSOE puede decidir, por lo que la de ayer puede convertirse en la más dulce de las derrotas.

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