Luis Cepeda. Cantante de Operación Triunfo

"No puedes valerte de un momento puntual para hablar de éxito"

  • Cepeda acaba de sacar su primer álbum: 'Principios'

  • Un trabajo que es una declaración de intenciones del artista, con letras propias, algunas compuestas en la academia de Operación Triunfo, otras con guiños a su vida personal

Cepeda acaba de publicar 'Principios'.

Cepeda acaba de publicar 'Principios'. / José Ángel García

¿Cuáles son los principios infranqueables sobre los que quiere cimentar su carrera?

–En la verdad, sobre todo a la hora de escribir, y en la libertad a la hora de hacerlo. Un principio básico en la música es escribir sobre cosas que sean verdad y es lo que deseo hacer.

El objetivo lo tiene súper claro e imagino que el camino para llegar a él también pero, ¿qué pasa si la industria o la discográfica quiere que transite por otros senderos?

–Me cambio de discográfica (risas). En la música hay que tener un poco de libertad porque si no estás perdiendo la esencia de lo que eres y no sería lo mismo. No cantarías con las mismas sensaciones ni transmitirías lo mismo. Supongo que eso una buena discográfica lo sabe ver.

Dicen que las personas tímidas tienen mucho mundo interior. ¿Un plus a la hora de componer?

–Creo que no soy quien para decirlo, pero hay muchas cosas que puedes plasmar en una canción que no te sale decirlo de otra forma.

Estuvo en La voz pero el éxito le llega con Operación Triunfo. ¿Cree que el futuro está escrito aunque no llegue cuando queremos y nos coja por sorpresa?

–Creo que la palabra éxito no se puede decir hasta que no han pasado unos años. Hasta que no pase tiempo, mire hacia atrás y vea que mi carrera ha ido como he querido no puedo hablar de éxito. Tienes que tener una carrera fructífera para hablar de eso y no valerte de un momento puntual como el que estamos viviendo para hablar de éxito. Lo que nos está pasando es muy efímero. Pero sí, las cosas llegan cuando tienen que llegar y tienen su momento.

Creció sin televisión y, paradojas de la vida, ahora es un fenómeno televisivo. ¿Cómo se digiere eso?

–Ya hemos sido expuestos y estamos avisados sobre lo que nos vamos a encontrar en la calle. A la hora de presentarme a OT lo medité mucho y ahora pienso cada cosa que hago. Pero son cosas que sabes que pasan pero gracias a las cuales te puedes dedicar a la música.

Es muy activo en redes sociales. ¿Cree que son una alternativa a tener que hacer entrevistas de este tipo?

–No hombre. A pesar de compartir muchas cosas en redes, hay mucha gente que puede ver esta entrevistas y no me sigue en redes. Las redes sociales no os van a quitar el trabajo a los periodistas.

En las redes usted decide qué parcelas de su vida muestra, pero el público es curioso. ¿Dónde pone el límite entre lo público y lo privado?

–Lo decido en el momento. Tú gestionas las redes en función de lo que quieras dar a conocer y el límite lo pongo a diario. En ese aspecto voy a improvisar sobre la marcha. En cuanto a la música, lo gestiono de forma más profesional, pero también es una red en la que se vierte contenido personal. Todo el mundo lo hace, ¿por qué debería que hacer un cambio?

Lo de los fans con OT es exagerado, tanto que muchos duermen en los estadios los días previos a los conciertos. ¿Están un poco locos o usted también lo haría si el que cantase fuese su artista favorito?

–No, hombre, cómo van a estar locos. Cada persona es como es y tiene su nivel de pasión hacia un artista. Pero no es locura, es algo muy bonito. Que te tengan tanto cariño y duerman allí para verte en primera fila... Yo nunca lo he hecho porque mis artistas preferidos no están aquí, son americanos. Pero si fuera a EEUU, lo haría.

¿Es consciente de que usted y su compañeros son el referente de una generación? ¿Mejor ustedes que el estereotipo de juventud que se estila en otros programas?

–Puede que si contesto esta pregunta se me eche encima un colectivo grande, pero bajo mi punto de vista OT ha sido un referente cultural y de valores. Se han intentado transmitir unos valores que otras cadenas no quieren o no pueden transmitir.

Lleváis de gira un tiempo y el repertorio suele ser el mismo. ¿No se aburren un poco?

–En absoluto. Siempre es como la primera vez y es precioso de hacer. Ya estás acostumbrado a la canción y es mucho más fácil cantarla y la vives con la misma emoción que la primera vez. Es un público distinto cada vez, que no te ha escuchado nunca en directo y lo que intentas es que salga bien.

Tanto tiempo juntos, con una convivencia tan extrema... ¿Tienen el síndrome del campamento de verano?

–Sí. Aunque ahora nos vemos menos que cuando estábamos en la academia. Pero es jodido saber que esto se acaba. Lo llevamos mal.

Mi madre responde qué dedo me corto que no me duela cuando le preguntamos que a qué hijo quiere más. ¿Me responde lo mismo si le pregunto por sus compañeros?

–Nunca había escuchado esa expresión, pero te la compro. Hay compañeros con los que tengo más afinidad pero a todos los quiero por igual.

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