Entrevistas

"Las Cortes de Cádiz se anticiparon en dos siglos"

-Su última novela, En una tierra libre, está ambientada en el Cádiz de 1812…

-Tenía una deuda de gratitud con Cádiz, ciudad en la que vivo desde hace 42 años. Mi intención era recrear sus dos momentos estelares. Ya lo hice con Tartessos, y ahora me sitúo en su segundo gran momento, el de las Cortes de Cádiz.

-¿Ese fue el gran momento de toda su historia?

-Según Fernando de los Ríos, el momento más importante de la historia española no fue el Descubrimiento de América, sino el de las Cortes de Cádiz. Fue un momento fascinante.

-El Cádiz de las Cortes es muy novelesco.

-Enormemente novelesco. Me ha obligado a una gran capacidad de síntesis, porque se podrían hacer una docena de novelas. Los más de 60 periódicos que había no daban abasto. En Cádiz estaban los diputados, la Regencia, la Bolsa de las Españas, el comercio con América… Y era una ciudad asediada.

-Decía Pérez-Reverte que la mejor novela de esa época es Un siglo llama a la puerta, de Ramón Solís…

-A mí también me parece la mejor. Es extraordinaria.

-Sin olvidar a Galdós.

-Todos somos hijos de Galdós. Pero la de Solís me parece muy buena. Y también me gustó El asedio, de Arturo Pérez-Reverte.

-Se lo iba a preguntar.

-Es una novela muy cosmopolita sobre Cádiz, a diferencia de la mía, que es más provinciana. El asedio es una gran novela. A mí lo que escribe Arturo me gusta mucho, no comparto lo que le critican algunos literatos.

-La suya, En una tierra libre, ¿qué aporta?

-Digo que es más provinciana porque entro más en el alma de Cádiz, en lo que pensaba el pueblo. Por una parte, había una sociedad burguesa y encorsetada, y por otra, liberal y progresista.

-¿Está mitificada aquella sociedad gaditana?

-En mi novela aparecen algunos tópicos que he desbaratado. Por ejemplo, el famoso grito de "¡Viva La Pepa!", que jamás dijo el pueblo de Cádiz.

-Pues ha servido para bautizar un puente y para La Pepa 2012.

-Ya, ya… Yo creo que el puente debió denominarse "de la Constitución". En realidad, el "¡Viva La Pepa!" fue una expresión clandestina de los liberales, que aparece años más tarde.

-¿El Bicentenario se debe celebrar por todo lo alto?

-Sí, porque es muy importante. Ahí se transforma el Estado, y además era la cabeza de la resistencia contra los franceses. Lo más grande fue el sentido precursor que tuvo la Constitución de Cádiz. Se adelanta en el tiempo, se adelanta en dos siglos a la historia.

-¿Fue una gran utopía?

-Fue una Carta Magna absolutamente utópica, abstracta, y a la vez minuciosa. Fue muy curiosa porque abordaba la doctrina ilustrada y las tradiciones españolas. Fue muy novedosa. Estos masones eran también muy filántropos…

-¿Masones dice? Algunos historiadores lo niegan.

-Yo digo que masones sí había, pero en secreto. Mexía Lequerica, Quintana, Mendizábal, Argüelles, Toreno, Alcalá Galiano, Istúriz… Todos eran masones. Además el Trienio Liberal aparece en España gracias al Taller Sublime, que era la famosa logia masónica de Cádiz.

-En su libro dice que fueron "años de ilusiones rotas y victorias amargas".

-No fue un camino de rosas y tuvo una corta duración. Cuatro años después, el acta de Las Cortes fue quemada en el mismo balcón. Hubo luces y sombras.

-¿Se repetirá en 2012?

-La novela histórica incita a la reflexión. A veces la historia se repite. Se puede aplicar a lo que está ocurriendo ahora con el Bicentenario.

-¿Qué le parece el programa de actos?

-En líneas generales, lo mismo que piensan muchos. Creo que en Cádiz nos vamos a quedar con la miel en los labios, pensando en lo que podía haber sido una celebración como la Expo 92. Van a faltar cosas, como obras públicas y una exposición magna que se pudo hacer con tiempo… Se va a quedar en una celebración simplemente aseada.

-Usted se ofreció públicamente a colaborar...

-Quise dar un paso adelante. Quería colaborar, sin ser protagonista. Y ahí sigo.

-¿Y cómo sigue?

-Creo que quedo en la reserva, sí, en la reserva activa. Ahí me tienen para lo que deseen…

-Está anunciado en algunos actos.

-Participaré en los Encuentros para la Libertad y voy a moderar mesas redondas. Van a venir muchos literatos, los más conocidos y populares de España, entre ellos los principales autores de novela histórica.

-La novela histórica vende. ¿Pero está infravalorada?

-Sí, la crítica literaria la minusvalora, quizá por la excesiva abundancia de textos. Pero ha existido desde Homero. Decía el alemán Gisbert Haefs que en España hay un grupo de novelistas históricos, entre los que nombró a Juan Eslava, Corral, Javier Sierra y yo mismo, que considera el de más calidad y más importante de Europa. Este género de novela lo lee mucha gente.

-Hay novelistas literarios que hacen novela histórica.

-Claro. Siempre pongo el ejemplo de La canción del pirata, de Fernando Quiñones, que para mí es una obra maestra. ¿La consideramos novela histórica? Mis maestros son Mujica Láinez y Alejo Carpentier. Ellos decían que escribían sólo novelas. Yo digo lo mismo.

-Ha escrito ahora sobre el siglo XIX, aunque la mayoría de sus novelas eran medievales. ¿Qué prepara?

-Mi próxima novela será sobre el tiempo de Felipe II. He escrito de todo, me quedan sólo el siglo XX y el XXI, aunque es cierto que me considero medievalista. Es un mundo secreto, fascinante.

-Vive en Cádiz y no ha necesitado irse para tener éxito.

-Vivir en Cádiz es un privilegio. Con internet y teléfono móvil, puedes vivir aquí o allá. Cádiz es una ciudad a la medida del hombre. La palabra que admiro más es ciudadano y, al igual que libertad, nació en Cádiz, así que me doy por satisfecho.

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