Entrevistas

Desolación en Madeira tras la lluvia

l La paradisiaca isla portuguesa de Madeira quedó destrozada por las riadas del pasado sábado, que causaron la muerte al menos de 42 personas. Los equipos de rescate aún temen encontrar cadáveres en los vehículos y casas enterradas bajo toneladas de lodo. Algunas de las zonas más turísticas de la bahía de Funchal, la capital del archipiélago, son auténticos barrizales, mientras las autoridades se afanan por despejar calles y carreteras de los escombros arrastrados con violencia por las laderas en las que se asienta buena parte de la ciudad. Entre las viviendas y automóviles destrozados, los bomberos han encontrado ya los cuerpos de una veintena de las víctimas mortales, pero aún no han podido acceder a muchas localidades de la periferia de la ciudad, donde las carreteras, el teléfono y la energía eléctrica fueron barridas por la fuerza de las aguas junto a casas enteras.

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