Verónica Zumalacárregui | ‘Influencer’ gastronómica

"Mi antepasado ordenó la creación de la tortilla de patata"

"Mi antepasado ordenó la creación de la tortilla de patata"

"Mi antepasado ordenó la creación de la tortilla de patata"

Verónica Zumalacárregui (Madrid, 1988) es una periodista muy vinculada a las redes sociales y que ha trabajado en la redacción de Informativos de TVE, Canal Extremadura y Telemadrid, además de contar con su experiencia en Kiss FM. En Canal Cocina estrenó su actual programa, Me voy a comer el mundo, que también se ofrece en La 2. La nueva temporada en Canal Cocina, en las plataformas de pago, se emite los miércoles a las 16:00 y a medianoche, con redifusión los sábados.

-Usted ha estado en todo el planeta gastronómico y en su nueva serie incorpora Noruega o Irlanda, ¿allí también se come bien?

-No son países reconocidos por su gastronomía, pero siempre me gusta acercarme a las culturas a través de lo que se cocina en las casas. El plato típico de Irlanda es el bacon and cabbage. Y no engañan: es bacon, con col y patata. Con la hambruna que pasaban, cocinaban lo que tenían. En Noruega tienen clases de cocina y nutrición desde los 14 años. Sería interesante aplicarlo.

-En Argentina todo es mejor que en cualquier otra parte. ¿Y cómo es la pizza argentina?

-Ellos dicen que su pizza es mejor que la italiana, la que llevaron sus antepasados: allí es más gruesa, con mucho queso. Les gusta la pizza de fainá, que es una masa de harina de garbanzo que colocan por encima.

-¿Y qué tienen que aprender los demás de la gastronomía española?

-Lo que hago nada más aterrizar en Madrid: irme de tapas. No podemos dejar de lado la cocina de siempre.

-¿Ahora comemos mejor?

-Ahora entendemos que debemos comer bien. No es cuestión de estar gordo o delgado, sino estar fuerte. Somos más conscientes de lo que comemos.

-Al margen de la cocina mediterránea, ¿hay países donde su cocina típica es saludable?

-En Asia. En Corea del Sur o Hong Kong, cada alimento que se consume tiene un propósito nutritivo. En Me voy a comer el mundo fuimos a un establecimiento de serpientes. Es un plato caliente que come gente mayor porque tienen la creencia de que viene bien para remediar los dolores de espalda. Comen la saliva de pájaro porque tiene colágeno y creen que evita las arrugas.

-¿Cómo es la saliva de pájaro, por favor?

-Es como gelatina azucarada. No sabe mal. La sopa de serpiente también sabe bien y antes tuve que acariciar la serpiente viva. Allí disfrutan con los alimentos con propiedades, aderezados adecuadamente se comen todo lo que sea necesario.

-¿Cuál ha sido su experiencia gastronómica más traumática?

-Pues ha sido en Noruega, que no es nada exótico. Un plató típico es la lengua de reno ahumada. Encontré a un lugareño cuyo hobby es ahumar lengua. Me las hizo lavar, que son unos músculos muy grandes como los de nuestras vacas que también comemos. Con él las guisé, las ahumé. Fue complicado.

-España también es un país de casquería.

-Es una tradición española, lo sé. Hay que mentalizarse para preparar qué cosas.

-Y después de comer tanto por tantos lugares, ¿cuál es su perdición?

-Soy como el monstruo de las galletas: las cookies grandes son mi perdición. Aunque también me encanta el pan con aceite. Si hay que elegir un plato, dos: la merluza rebozada de mi madre y la ensaladilla rusa de mi padre. Y por supuesto el jamón ibérico y la tortilla de patatas.

-Pare ahí. El general carlista Tomás de Zumalacárregui es antepasado suyo. ¿De verdad inventó la tortilla de patatas?

-Mi antepasado no cocinaría su invención de la tortilla de patatas, pero sí creemos que ordenó su combinación. El Ejército iba de aldea en aldea y sólo habría patatas y huevos para alimentar a tantas personas. El ordenaría qué hacer con esa comida. Y me imagino que las tortillas irían sin cebolla...

-¿Y cómo la prefiere?

-Me gusta medio cuajada. En mi casa las tortillas son rosas, porque le echamos remolacha. Tiene que ir todo muy cortadito. También le añadimos tomate y quedan muy jugosas, con mayonesa casera por encima.

-Si tuviera que renunciar a la gastronomía española ¿por cuál se decantaría?.

-Mi gastronomía favorita es la nikkei, la fusión de la cocina peruana y japonesa. Es marisco, pescado, con pocos ingredientes. En Perú hay cientos de variedades de patata.

-¿Qué país le queda por descubrir?

-Conozco varios países africanos pero no he estado en el corazón del continente. En unas semanas voy a Uganda. No tengo prejuicios y me gusta enriquecerme de lo diferente.

-¿Los viajeros de ahora comen más y ya no compran tantos souvenirs?

-Los viajeros ya llevan sus listas de recomendaciones gastronómicas. Seleccionan más sitios para comer y reducen las visitas masivas a los monumentos. Es la tendencia.

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