l Pese a la derrota por la mínima, los jugadores del Almería y el más de un centenar de aficionados que se desplazaron hasta Barcelona pudieron disfrutar de una noche de fútbol en unos de los templos mundiales del balompié. El Camp Nou al que llegan cada partido aficionados al fútbol de todo el mundo, desde Japón hasta los Estados Unidos, acogió en la noche del sábado a los aficionados almerienses y los impresionó con su grandeza. No perdieron detalle, y el poco fútbol del partido acompañó, de los pormenores de un estadio de ensueño, de una noche llena de sorpresas con un ambiente especial. Algunas camisetas rojiblancas en las gradas, el gesto previo al partido de Hugo Sánchez y las sonrisas de los suplentes son las estampas de una noche almeriense en el Camp Nou.