Manuel Lombo. Cantante y empresario

"La política me apasiona, me bebo los debates"

-¿Vio Azabache en la Expo?

-No. Tenía 12 años.

-Su oficina está entre el coso de la Maestranza y el teatro de la Maestranza. ¿Cuál le llega más?

-La plaza de toros. Incluso para cantar me gusta más.

-A un lado, la estatua de Curro Romero de Sebastián Santos. Al otro, la de Mozart de Rolando Campos. ¿Qué música le tira?

-A Curro he tenido la suerte de conocerlo en persona.

-¿Hay Salieris en el mundo de la canción?

-La película Amadeus es una de mis favoritas. Supongo que los habrá. Yo he tenido mucha suerte. Hay mucho compañerismo.

-¿También con sus compañeras de Azabache?

-Hay una relación muy buena. Vamos unos a los conciertos de los otros. Tenemos un chat común.

-¿Lo de Pastora Soler fue miedo escénico?

-Más que miedo escénico fue un ataque de responsabilidad. Pastora no le tiene miedo a nada. Yo no iría nunca al festival de Eurovisión y ella sí fue.

-¿Marca haber tenido de maestros a Naranjito de Triana y José el de la Tomasa?

-¡Y tanto! Naranjito era un profesor muy estricto. No caía bien entre el alumnado por eso. Es muy duro ponerte a cantar una seguiriya a las diez de la mañana. Lo que sé de cante se lo debo a él. Decía que había que ser muy ortodoxo para después poder crear. José es mucho más anárquico. Con él aprendí mucho sobre todo en la saeta.

-¿Cree en la inspiración?

-Si las musas llegan y no estás preparado, ya pueden venir setenta musas. Yo creo en la técnica y en la disciplina. Es como el torero. Si no estás preparado, el toro de coge.

-¿Ir a Rotterdam con la Fundación Cristina Heeren fue su Erasmus?

-Gracias a ellos hice cosas muy interesantes. Tuve la suerte de cantar en el Metropolitan de Nueva York.

-Y en el Alcázar, que no lo tiene Nueva York...

-El patio de la Montería tiene una acústica genial. He tenido la inmensa fortuna de cantar en el Altar Mayor de la catedral de Sevilla. Un disco de Navidad.

-¿Qué es Generación 27?

-Una reivindicación de Rafael de León no sólo como compositor de canciones sino como poeta.

-En la casa donde nació hay una pequeña placa junto a un garaje...

-Esas cosas a él le importaban un rábano. Era un espíritu libre. Siendo aristócrata, se puso el mundo por montera, siempre con un aura de misterio. Nadie supo si era fascista, si era rojo. Lo que le gustaba era la música y la juerga. Y hacer teatro en familia, como me contaba una sobrina. Ya quisieran muchos poetas que la gente se supiera sus versos como se saben sus canciones.

-¿Una canción suya?

-Silencio por un torero. Uno siempre se termina cansando de las canciones, pero ésa nunca suena igual.

-Para gloria de Joselito el Gallo...

-La compuso inicialmente para un rejoneador, Salvador Guardiola, se llamaba Silencio por un caballero, pero la familia no estaba muy conforme.

-¿Tiene abono en la Maestranza?

-Más que de abono, soy aficionado de seguir a los toreros que me gustan. A Manzanares, Fandi o Finito de Córdoba, con el que he ido a los tentaderos.

-Ayer se constituyeron los ayuntamientos. Usted nace en 1979, el año de las primeras municipales. ¿Qué ha cambiado?

-Antes los ayuntamientos contrataban y ahora los artistas se dan bofetadas por los espacios que tienen los ayuntamientos. Hay artistas que actúan gratis. A mí me sigue fiel una inmensa minoría que nunca falla.

-De París a Sanlúcar de Barrameda, ha hecho la ruta de los Montpensier...

-Lo de París fue una oportunidad que me dio mi amigo John Galiano en el sesenta aniversario de la casa Dior. Estaban allí personalidades de todo el mundo, modelos como Linda Evangelista o Gisele Bündchen. Canté en los jardines de Versalles Silencio por un torero. Me dijo Giuliano: "Manuel, Francia conoce a Joselito gracias a ti".

-¿Cómo vio la campaña y los pactos?

-Me gusta mucho la política, pero públicamente prefiero no hablar de ella. Tengo muy buenos amigos en todos los partidos. En todos, menos en Podemos. Es un tema que me apasiona. Me bebo los debates televisivos.

-¿Cómo fue su paso por Se llama Copla?

-Como en la política, es un tema del que prefiero no hablar. No me gustó la experiencia. Es algo que nunca volvería a hacer.

-¿Le dolió que Sabina dijera que le había dado un pastorasoler?

-No estuvo afortunado. Todos nos equivocamos. Después le pidió perdón.

-Es empresario de MúsicaEmoción. ¿Qué música le emociona?

-Turina, Falla, Bach y El concierto de Aranjuez.

-¿Un hombre cantando copla es una rareza?

-Cada vez hay más. Hasta Dyango canta coplas.

-¿Qué le unió a la Orden de Malta?

-La posibilidad de ayudar de forma directa al que lo necesita. Soy voluntario en el comedor social y voy un día a la semana.

-¿Qué le pasó en el hotel Ercilla de Bilbao para que le dedicara una canción?

-Me gusta mencionar ciudades o sitios que me han inspirado. Hay una canción que se llama Ronda. Le puse Hotel Ercilla porque fue donde empecé a escribir una canción.

-¿Entre apellidos vascos?

-Fuimos con Azabache al auditorio de Euskalduna. Fue impresionante. Con todo mi cariño a mi ciudad, a mi gente, lo que hemos vivido en el norte no lo vivimos en ningún sitio. El público es mucho más caliente. Nos pasó en Oviedo. Veníamos cansados de otro concierto. Salió primero Pasión Vega, después Diana Navarro, Pastora Soler y yo y fue apoteósico. En Bilbao la gente se levantó cuando cantamos Suspiros de España, no dejaban de aplaudir.

-Toda una proeza...

-Vamos a dejarnos de complejos tan tontos que no pasan en ningún otro país.

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