Entrevistas

"Ya quisiera Barceló tener tanta gente en sus exposiciones"

-Su exposición se inauguró el mismo día y a la misma hora que la de la colección de la Casa de Alba...

-Y las dos las patrocinaba Cajasol. La duquesa tiene mucho tirón. Me afectó a nivel oficial, de autoridades. Por lo demás, fue un éxito. Ya quisiera Barceló que fuera tanta gente a una de sus exposiciones.

-Pintó al Rey y a la Reina. ¿Posaron para usted?

-Dos sesiones el Rey, tres la Reina, que es más delicada. Los dos posaron en la Zarzuela. Los retraté en 1991 para la Expo. Vino la familia Real a una exposición en el Alcázar.

-¿Trató a Sabino Fernández Campo?

-Sí. Vino a decirme que el Rey quería uno de los dibujos. Hablé con él en un aparte con Rocío Jurado. Un hombre aparentemente serio con una fina ironía.

-Hay otro retrato del Rey en su estudio...

-Estoy manchando el boceto, como decimos los pintores. Es un encargo para la hermandad matriz de Almonte. Como es Real y Pontificia, me han encargado un retrato del Rey, otro del Papa y un cuadro de la Virgen. Como ellos tienen potestad para pedirle audiencia al Rey, estoy esperando que me dé cita para posar.

-¿No le vale una foto?

-Yo pinto al natural. Como los buenos toreros, me gusta torear toros en punta.

-Al retrato del Rey le acompaña otro proyecto...

-Una estampa del Carnaval de Venecia. Me fascina...

-¿Más que el de Cádiz?

-El de Cádiz es para escucharlo y para vivirlo. El de Venecia, para verlo.

-Borbolla le encargó cuando era presidente de la Junta retratos de Plácido y Escuredo. ¿Dónde están?

-Pepe tuvo problemas con Guerra, lo defenestraron y vete tú a saber dónde están ahora esos retratos.

-¿Por qué 18 años sin exponer?

-El motivo fundamental fue el accidente de coche que tuve en 1995 en la autopista. Venía de Sanlúcar. Estuve un año sin moverme de la cama, la rehabilitación, dieciséis operaciones, más que exposiciones.

-Empezó pintando autobuses...

-Y carteles de rebajas. Pero siempre lo tuve claro. Me quedé huérfano muy niño. Me echaban de todos los trabajos. He vivido solo toda mi vida. Ahora tengo una soledad buscada, deseada. En mi taller soy el más rico del mundo. Aquí pinto y cuando no pinto, hago barcos, hago aviones. O me voy hasta las Azores o Gibraltar en el simulador de vuelo de mi ordenador. Estoy haciendo el barco Bismarck para mis nietos.

-Usted le organizó a Rocío Jurado su fiesta de cumpleaños en el 92...

-En Sanlúcar. En el chalé de Chicharito, un potentado que tiene bodegas.

-¿Dónde conoció a Rocío?

-Hace 35 años en Benalmádena, en casa de Javier García Soto, que fue alcalde.

-En una plaza de Benalmádena hay unos dibujos de pescadores y verdiales con la firma de Juan Valdés...

-Me lo encargó ese alcalde.

-¿Qué tal con los ayuntamientos?

-Pagan tarde, mal y nunca. La Gerencia de Urbanismo de Jerez me encargó un monumento a la Inmaculada y lleva tres años sin pagarme. Estaba Pacheco, que ahora no tiene fuerza ninguna, y la alcaldesa no se hace cargo. ¿Qué hago yo ahora con una Virgen de tres metros y medio de bronce?

-¿Qué tal se llevan lo pagano y lo sagrado en su obra?

-Muy bien, porque ni trato de ensalzar a uno ni de bajar al otro. Aunque mi pintura tiene ramalazos abstractos, en general hay preciosismo, hay amabilidad.

-Nació en Badajoz e hizo de Blas Infante en una película de Josefina Molina. ¿Andaluz o extremeño?

-Por fuerza, de ningún sitio. Por gusto, de los dos. No entiendo a los chovinistas y nacionalistas.

-Prepara un viaje a Turquía. ¿Por el color?

-Para cerrar el triángulo de las primeras civilizaciones. Fuimos a Egipto, después a Siria y Jordania y ahora nos vamos a Turquía por Éfeso y Esmirna. Soy un enamorado de la Historia. Me gusta analizar la logística de esos pueblos. En Petra tuvieron que utilizar andamios de madera. ¿Dónde los encontraron si a quinientos kilómetros a la redonda no hay árboles? O a Palmira, un oasis entre Iraq y Siria con más de mil columnas de mármol. ¿De dónde si allí no hay piedras calcáreas?

-¿Qué tal la civilización sanluqueña?

-Está todavía por descubrir. Es un don de Dios que tenga una playa tan mala. Si no, sería otra Marbella.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios