Roi | Cantante y ex concursante de 'OT

"Tengo que buscarme algo con lo que sentirme personaje, es más sano"

"Tengo que buscarme algo con lo  que sentirme personaje, es más sano"

"Tengo que buscarme algo con lo que sentirme personaje, es más sano" / juan carlos muñoz

Casi se queda sin disco. Una cerveza derramada sobre un teclado casi hace que el primer trabajo de Roi (Santiago de Compostela, 1993) no viese jamás la luz del día. La inexperiencia le jugó una mala pasada pero la ilusión y las ganas de comenzar el camino musical hicieron que sólo quedara en un anécdota y el ex concursa de OT pudiese lanzar al mercado su primer disco, Mi lógico desorden. Roi, que está de gira por España para presentar su credenciales a sus seguidores, fue una de las sorpresas del concurso. Su espontaneidad, su aire fresco y su picardía le valieron un lugar privilegiado en el corazón del público.

-¿Todo desorden tiene su orden lógico?

-Hay alguno que sí; el mío, de momento, no.

Si te quedas enganchado a 'OT' vendrán nuevas generaciones y tú seguirás ahí, anclado"

-Hablamos de desorden no de caos, ¿no?

-En realidad no sé qué diferencia hay entre los dos. Hablamos de desorden, sobre todo, en cuanto a lo musical. Para el que escuche el disco parece que está desordenado, pero para mí, que tengo influencias de diferentes estilos musicales, no lo está. Al querer plasmarlas todas parece que hay desorden, pero para mí tiene toda la lógica.

-Mi lógico desorden es su verdadera carta de presentación. ¿Cómo ha decidido mostrarse por primera vez?

-Como una persona que escucha mucha música muy distinta. No sabía por qué camino decantarme y he querido ser honesto con la gente. Me han dado libertad para hacer lo que quisiese y por eso muestro lo que me gusta sin ningún tipo de tapujo.

-¿Cuántas veces ha dicho que su habitación tenía su lógico desorden cuando le mandaba a recogerla?

-(Risas) Ahora ya tengo excusa para toda la vida. Hay mucha gente que me para y me da las gracias por inspirarles a la hora de contestar a sus madres. Siempre he sido muy desordenado y lo voy a seguir siendo, a estas alturas ya voy a cambiar poco.

-A la hora de hacer este trabajo se ha tomado todo el tiempo del mundo. ¿Cómo ha sido el proceso?

-Tengo unos amigos en Madrid que están empezando a producir y decidí trabajar con ellos. Me gustaron las canciones que iban saliendo, las maqueté y el resultado me gustó más que el de otras canciones que había grabado con gente de más renombre. Creo que prima más la ilusión de estos chicos, a los que puedo decirles lo que pienso, que otros aspectos. El resultado me gustó tanto que muchos de los temas son directamente maquetas.

-En esta gira de presentación no están sus compañeros de OT.¿Un alivio porque por fin puede hacer lo que quiera o una gran responsabilidad porque ahora está solo ante el peligro?

-Tiene algo de las dos. Lo bueno es que no tengo que cohibirme. En los conciertos de OT había un tiempo y todo estaba milimetrado para cada actuación. Ahora puedo hacer lo que quiera, como si quiero estar hablando todo el rato. Tomo las decisiones y eso tiene su lado bueno y su lado malo, pero es algo muy bonito. Aunque echo mucho de menos a mis compañeros, pero al final OT no dura para siempre y es bueno que cada uno siga su camino.

-Su edición de OT y la siguiente tienen meses de diferencia. ¿El nivel de competencia es mayor?

-Es complicado porque partimos con un público que de primeras es común y hay demasiada oferta. Es importante desligarte de la marca cuanto antes, no por nada malo, más bien porque si te quedas enganchado a OT vendrán nuevas generaciones y tú seguirás ahí, anclado. El concurso es una plataforma muy buena que puede hacer que intentes abarcarlo todo y termines por hacer algo que no te guste. También puedes hacer lo que te gusta y que se una la gente que quiera. A ellos te tienes que aferrar y tenerlos para siempre. El resto son fenómenos televisivos que al final son efímeros.

-Pablo López y Manuel Carrasco salieron de OT y nadie lo recuerda o usa el término triunfito como algo peyorativo. ¿Ya no es un estigma?

-Nuestras generaciones hemos conseguido muchas cosas y me parece algo bueno, no nos ha afectado de forma negativa como en otras ediciones. Estoy muy orgulloso de haber pasado por el concurso. Pablo López para mí no es concursante de OT porque él tuvo que empezar de cero por segunda vez, ya que nadie se acordaba de que había pasado por el concurso. Es injusto decir que salió de OT porque se hizo él solo.

-Roi y su sapoconcho son historia de la televisión. ¿Se sabe animal televisivo?

-Me encanta la televisión pero que hay que centrar los tiros. Ahora mismo estoy con la música y, aunque también tenga otros frentes abiertos, me gusta que ésta sea mi prioridad. La televisión para mí es como un hobbie. En ella me siento libre y si lo tuviera como un trabajo a lo mejor dejaba de sentirme así.

-Ha sido todo un descubrimiento en Instagram. ¿Le gusta seguir haciendo partícipes a sus seguidores de su día a día?

-Me gusta mucho compartir. Al principio lo compartía todo, pero me metí en algún jaleo. Al final te ve mucha gente y te tienes que plantear si algo lo puedes subir o no a redes. Ahora estoy un poco de vuelta de todo y he decidido mostrarme tal y como soy. No voy a dar una imagen de tío serio cuando no lo soy. Tengo que ser honesto y ahora estoy recuperando eso de subir mis cotidianeidades.

-¿Se hace el artista un personaje para mantener su esencia personal en el ámbito privado?

-No. Y creo que debería. Me parece algo positivo, ojalá pudiese crearme mi propio personaje, pero necesito mostrame todo el rato como soy. Sé que es bueno crearte tu personaje para diferenciar y no terminar volviéndote loco. Tendré que buscarme algo con lo que sentirme personaje, como un disfraz, porque al final supongo que es más sano. Más que nada por no mezclar ámbitos y facetas de mi vida. Lo que pasa que al venir de un sitio donde la gente me ha visto durante 24 horas, qué les voy a vender ahora. No me van a comprar.

-Bética de corazón, necesito saber por qué usa la camiseta del Sevilla.

-(Risas) Porque es la única camiseta de deporte que tengo. Roberto Leal me llevó a un evento del Sevilla y allí me dieron la camiseta. Desde entonces se preocupan de mandármela. En verdad no soy nada futbolero, es un poco por hacer la broma.

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