Raúl Cimas. Humorista, actor y escritor

"Lo único que intento es ser fiel a lo que me hace reír a mí"

"Lo único que intento es ser fiel a lo que me hace reír a mí"

"Lo único que intento es ser fiel a lo que me hace reír a mí"

-Acaba de presentar Prodigios. Almanaque ilustrado de criaturas fantásticas y otras lamentables (Blackie Books). ¿Cómo nace este libro?

-Tiene alguna conexión con mis dos obras anteriores porque se han hecho con el mismo espíritu, aunque ésta va por libre. Es un libro de apuntes, como un bestiario antiguo. Es una investigación del aburrimiento en seres fantásticos. Total, otro disparate, qué le voy a decir.

-¿Qué supone en su carrera la novela gráfica?

-De niño leía tebeos sin parar. Me encantaban Lucky Lucke, Astérix y Mortadelo y Filemón. Pero después descubrí los cómics que sacaba Toutain: Creepy, 1984 y Comix. Había adaptaciones de cuentos de Edgar Allan Poe, Lovecraft, cosas así. Y este libro viene de ahí, seguro.

-¿Forma usted parte de esta galería de prodigios que a primera vista pueden parecer normales?

-Lo difícil sería definir "normal". Lo del tío normal me suena a ese hombre que está hablando en el Telediario de su vecino que ha cometido un disparate: "Era un tío normal, decía buenos días…". ¿Quién es normal? Los monstruos extremos, como la medusa o los dragones, al final los tienes que colocar en lugares remotos donde si vas es porque eres un héroe o gilipollas perdido. Los peores son el conde Drácula o el Hombre Lobo. Gente con la que puedes estar sentado un día tomándote una cerveza y a la media hora te hacen chim pún. Lo que sí que no cambia es que el día tiene 24 horas y hay tiempo para todo: para devorar inocentes y también para hacer otras cosas. Y en esas cosas pensaba yo cuando hacía los dibujos, como un endemoniado lavándose los dientes.

-¿Hay camuflados aquí personajes de la política a los que le tenía ganas?

-No. Son todas bromas absurdas. Son más instintivas que críticas. No le tengo ganas a ningún político, no me atrae hacer ese humor. Salen políticos, pero también salen periodistas y cantantes. Además, gente que me cae especialmente bien como Pedro Piqueras o Leiva. Lo que pasa es que los políticos representan el poder más pasajero. No lo digo por Màxim Huerta. En términos universales, Rajoy, Zapatero, Aznar, Cifuentes... son nombres que en unos años sólo serán un coñazo que estudiar para Selectividad, habrá otro en su puesto que llenará los programas de tele, si es que sigue existiendo la tele. El conde Drácula, el Hombre Lobo o el demonio nunca serán un coñazo.

-¿Cómo surgen los dibujos?

-Me siento a dibujar y surgen cosas. Me las dicta mentalmente un idiota que tengo dentro.

-¿Por qué dedica Prodigios a José Luis Cuerda?

-Porque pensaba en sus películas muchas veces mientras dibujaba. Un día comí con él y se lo conté, hablamos de hacer un prólogo juntos, viendo el libro, comentándolo y escribiéndolo todo. Se me amontonó la agenda y no pudo ser, que es lo único que me duele de este libro. Por eso, como poco, quería dedicárselo con toda humildad.

--En el libro utiliza bastante al endemoniado. ¿Se cruza con muchos en esta vida?

-Y,¿quién no? ¿Quién no ha estado endemoniado, aunque sea diez segundos? ¿Quién no ha conducido en Madrid?

--¿Es verdad que considera que no dibuja bien?

-Sí. Estudié Bellas Artes, conocí a gente que dibujaba muy bien y luego a alguno que dibuja para Marvel o para Disney. Eso es dibujar bien. Otra cosa es que mi dibujo sea honesto, tenga estilo… El dibujo puede decir muchas cosas, y si está hecho a mano, más. Y sí que creo que mis dibujos trasmiten que yo lo estaba pasando bien cuando los hacía. Ese es un valor también.

-Televisión, teatro, libros... ¿Cuál es la fórmula del éxito?

-Ni idea, creo que esto va a rachas y estoy en una buena. Lo único que intento es ser auténtico, fiel a lo que me hace reír a mí. Tengo suerte porque trabajo donde me gusta y con mis amigos. En tele colaboro en Late Motiv, Cero en Historia, Loco Mundo y con Dani Mateo en Yu, no te pierdas nada. En teatro queda toda la gira de Nunca os olvidaremos con Dani Mateo y J. Vaquero. Y el rato que me queda lo dedico a dibujar y a mí, que también tengo derechos.

--Habla mucho de su "novia". ¿Existe?

-No existe ni mi novia, ni mi cuñado, ni mi suegro, ni mi madre… Al menos, tal y como los retrato. Son herramientas para contar cosas. No me gusta hablar de política ni de actualidad.

--¿Alguien le cree cuando se pone serio?

-Sí, sí que me creen, se lo aseguro (ríe).

--Lleva la gracia de Albacete por bandera.

-En Albacete te ríes mucho. Hay gusto por la broma. Si lo llevamos con orgullo no es por quedar bien, es que realmente fue muy importante en nuestra manera de hacer humor.

-¿Qué es el público?

-Dios no, lo siguiente.

-¿Dónde se ve en el año 3000?

-Ganando Roland Garros porque me he apuntado a clases de tenis. Espero jugar la final contra Nadal.

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