La presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, avanzó que una de las condiciones que impondrá al presidente de la Generalitat, Artur Mas, para pactar los presupuestos de 2012 será que el Govern aparque sus propuestas o actitudes más soberanistas.

Durante la entrevista, Sánchez-Camacho recriminó al Gobierno catalán que en las últimas semanas hiciera un llamamiento, por boca de su portavoz, Francesc Homs, a los catalanes para que estampen un adhesivo CAT encima de la E en la matrícula de su vehículo.

"El Gobierno de la Generalitat no puede ni debe adoptar este tipo de actitudes claramente irresponsables. Tiene que dar ejemplo con el cumplimiento de las leyes y situar como prioridad la lucha contra la crisis económica", remarcó.

De cara a la futura negociación sobre los presupuestos catalanes para 2012, que se desarrollará a la vuelta de las vacaciones del mes de agosto, el PPC pondrá encima de la mesa no sólo sus propuestas en el ámbito económico sino también la exigencia de que el Gobierno que preside Mas "aparque todas esas propuestas separatistas".

"El Govern debe dejar de lado esta deriva independentista y ponerse como principal objetivo salir de la crisis", afirmó.

La semana pasada, Sánchez-Camacho se reunió dos veces en privado con Mas, a quien advirtió que si quiere contar con el respaldo de los populares para los presupuestos del año que viene deberá contar con ellos desde el primer momento.

La líder del PP de Cataluña quiere evitar que se repita el mismo guión que se siguió con las cuentas de 2011, preparadas por el Govern sin abrir consultas con la oposición, a la que se le trasladó un proyecto presupuestario sin casi capacidad de modificarlo.

El PPC accedió finalmente a abstenerse en la votación de los presupuestos de 2011 para permitir así su aprobación, pero en el caso de las cuentas del próximo año Sánchez-Camacho exigió que el Gobierno catalán mantenga "reuniones preparatorias" para "debatir las líneas estratégicas" ya de entrada.

Según Sánchez-Camacho, los Presupuestos de 2012 deben basarse en un "menor impacto de los ajustes" y un "incremento del gasto público para ayudar a emprendedores, autónomos y pymes para crear puestos de trabajo", aunque seguirán siendo unas cuentas "restrictivas".

En cuanto a las diferentes leyes ómnibus promovidas por CiU, que PSC y PPC se mostraron dispuestos a apoyar si antes se introducen ciertos retoques, avisó a la federación nacionalista de que le será "muy complicado jugar a la geometría variable" con socialistas y populares, debido a sus modelos contrapuestos.

La líder del Partido Popular de Cataluña no está dispuesta a asumir el modelo económico y de administración pública que defienden los socialistas: "Es muy difícil llegar a consensos con políticas del pasado que fracasaron, que generaron paro, déficit y deuda".

Por eso le pidió a Artur Mas que "sea valiente y haga las reformas profundas que necesita Cataluña", en una línea "liberal" de "simplificación, externalización, cogestión y modelos públicos-privados".

Sánchez-Camacho advirtió al presidente de la Generalitat que no debe copiar el "estilo Zapatero", quien "por querer contentar a todos no hace las reformas profundas que necesita el país".

Pese a haber colaborado con el Govern en la aprobación de los presupuestos de este año y en la tramitación de las leyes ómnibus, según Sánchez-Camacho, "el PPC no es el socio preferente" de Mas.

"Hemos iniciado una nueva etapa de entendimiento y consenso, hemos pactado muchas cosas, pero no lo pactaremos todo", añadió.

En su opinión, "la oposición responsable, exigente y firme en Cataluña es el Partido Popular" y no el PSC, que se encuentra "desorientado y absolutamente desplazado de la centralidad" política.