Veterano y uno de los pesos pesados del PP, primero con el ex presidente Aznar y ahora con Mariano Rajoy, Javier Arenas (Olvera, Cádiz, 1957) no dudó en adherirse a la figura del líder del PP en los prolegómenos de un periodo de tensiones que se ha prolongado por espacio de dos meses. El cierre del telón de la cita de Valencia ha venido a reforzar aún más su papel y el del PP de Andalucía.

–¿Es usted el hombre fuerte del PP?

–El PP andaluz sale muy reforzado de este congreso porque tenemos un peso en la dirección que nunca habíamos tenido; son 13 andaluces los que se incorporan a la dirección nacional. El PP-A se ha reforzado, pero sólo hay un hombre fuerte y ése es Rajoy. Y por primera vez una mujer es secretaria general, María Dolores de Cospedal; otra mujer, Ana Mato, es la tercera mujer del PP y Soraya Sáenz de Santamaría es la portavoz en el Congreso. Hay un hombre fuerte y tres mujeres con mucho peso político.

–Lo digo porque el equipo de Rajoy parece más un equipo hecho a la medida de Javier Arenas...

–Creo que lo que sucede es que coincide que las medidas de Rajoy son las mismas que las mías. Nuestra amistad se ha estrechado en la dificultad de estos últimos años; Rajoy ha hecho más de 120 visitas a Andalucía.

–En el plano personal, ¿su nuevo cargo al frente de una vicesecretaría le va a permitir volcarse con Andalucía, como hasta ahora?

–Para mí, la nueva responsabilidad coincide con mi pasión por Andalucía, y mi objetivo primordial es lograr el cambio político en Andalucía . La nueva responsabilidad es compatible con la política autonómica y en Andalucía hago a diario política municipal, y no voy a bajar un ápice de mi dedicación y ritmo de trabajo. Voy a demostrar que no hay colisión: el PP hablará mucho andaluz.

–¿Qué le parece que De Cospedal compatibilice la secretaría general con el liderazgo del PPde Castilla-La Mancha?

–Va a tener que multiplicar sus esfuerzos, y sé que es una mujer trabajora. Castilla-La Mancha está muy cerca de la nueva tarea que el toca afrontar en Madrid.

–A nivel colectivo son 13 andaluces los que entran en la nueva dirección, ¿la cifra colma sus expectativas?

–Lo primero que hay que tener claro es que no se trata de una cuestión de cuotas. Dos de nuestros objetivos se han cumplido: se han aprobado un 90 por ciento de las enmiendas andaluzas presentadas y se ha incremento la presencia de Andalucía en el Comité Ejecutivo Nacional en cuatro miembros. Se ha demostrado que Rajoy apuesta por Andalucía y para mí ha sido una satisfacción personal, que ha estado por encima de nuestras expectativas.

–A nivel nacional, ¿se ha normalizado la situación tras el cierre del Congreso? ¿Qué sensación los queda?

–La asignatura de Valencia se ha superado con notable alto. El respaldo ha sido superior al 80%, y a partir de ahí hay que intentar la integración día a día y ofrecer a las personas que no estén en la dirección que se incorporen. No hay ya justificación para la discrepancia interna y sí para trabajar con el 100% de la energía.

–¿Han ensombrecido la reelección de Rajoy los 409 votos en blanco?

–No es ninguna sombra. Cualquier dirigente político del mundo democrático se sentiría satisfecho con un 70% de los apoyos, y las disquisiciones sobre lo que supone me parecen una ridiculez.

–¿No es un aviso de que no se han cerrado las heridas?

–Espero y deseo que no. Tenemos que colaborar todos, tenemos que volcarnos todos en los próximos comicios que tenemos: las vascas, las gallegas y las europeas. Y tengo la impresión de que el Gobierno socialista tiene un desgaste con la crisis económica y el PP va a hacer valer su crecida de votos.

–El reto de futuro parece que pasa por integrar a todos en un proyecto común, ¿cómo se hace?

–Se hace a través de muchísimo diálogo, incorporando a las personas a las tareas del día a día. Se trata de una cuestión de voluntad y de trabajo colectivo.

–A parte de usted, ¿sale también reforzado Gallardón?

–Aguirre, como presidenta de la Comunidad de Madrid, está en la nueva dirección y Alberto Ruiz-Gallardón también. El que sale reforzado es Mariano Rajoy y eso es lo que nos interesa a todos, y lo importante es que los dos, que son dos valores muy importantes del PP, den su apoyo a Rajoy.

–¿Se ha enterrado el aznarismo?

–No, porque Aznar, con el que tuve el orgullo y honor de trabajar durante varios años, sigue siendo una referencia para todos nosotros. Su figura nos merece agradecimiento, respeto y admiración.

–Si un discurso ha entonado la autocrítica en Valencia ha sido el de Rajoy, ¿qué le ha parecido?

–Ha sido un discurso muy inteligente, sólido en los principios y que ha aportado claves para ganar.

–¿Y cómo se logra ese techo de 12 millones de votos al que aspira Rajoy para llegar a La Moncloa?

–Tenemos que seguir profundizando en el centro, mostrándonos como un partido dialogante que sólo excluye de la comunicación a los terroristas, hacer una política de comunicación que gane en claridad y cercanía y, en cuarto lugar, abriendo el partido a los trabajadores por cuenta ajena y a los desempleados.

–Parece obvio que para llegar a ese techo hay que acabar con el voto anti PP, ¿cómo se logra?

–Cada vez es más reducido en la sociedad española y sólo se puede acabar estando en la calle, en comunicación diaria con todos los sectores y explicando muy bien que cuando mejor funcionan las cosas en este país es con las políticas del PP.