El ex presidente del Gobierno José María Aznar ha dado instrucciones a sus abogados para que "de manera inmediata" estudien emprender las acciones legales oportunas contra quienes le han injuriado al tergiversar unas declaraciones suyas sobre el presidente electo de EEUU, Barack Obama.

Aznar, informa en un comunicado, opina que sus palabras a la revista Vanity Fair, de las que ayer se hicieron eco varios medios de comunicación, fueron "lamentables e intencionadas malinterpretaciones". En esa entrevista, y según se divulgó ayer en diversos medios, el ex presidente del Gobierno calificó la victoria de Obama en las últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos como un "exotismo histórico".

Aznar manifiesta que desde las primeras líneas del reportaje citado deja clara la consideración que le merece la victoria del candidato demócrata. En la publicación, destaca el comunicado que FAES, la Fundación que preside, ha dado a conocer, Aznar afirma que "Obama es una persona de raza negra que ha llegado a ser presidente de Estados Unidos", y que eso supone "un cambio extraordinario para ellos". Tal y como constata el ex jefe del Gobierno, "éste y no otro es el verdadero sentido" que quiso dar, y que mantiene.

Aznar subraya, asimismo, que nada más lograr el triunfo electoral, se puso en contacto con el presidente electo para transmitir su felicitación por tan "brillante victoria", al igual que le deseó el "mejor de los éxitos" durante su mandato.

El ex presidente del Gobierno añade en el comunicado: "Sólo quienes tienen una obsesión enfermiza hacia mi persona, pueden confundir el verdadero sentido de mis palabras y tacharlas de racistas, tal y como se recoge en un comunicado enviado por el vicesecretario general del PSOE, José Blanco". A su juicio, resulta "obvia" la "burda intencionalidad política" de unas manifestaciones que, insiste, efectuó para un reportaje hace casi un mes.

La intencionalidad que cita Aznar procura, asimismo, "desviar la atención de los problemas reales del país", como la tasa de paro, que según los últimos datos, supera ya los tres millones de personas.