El ex vicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez-Cascos continúa sin revelar su futuro, mientras dirigentes del PP como el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, le acusan de haber tratado de ser candidato mediante un "pucherazo" y el regidor de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, le ha pedido que rectifique. Álvarez-Cascos, que ha abandonado la militancia en el PP después de no haber sido designado candidato de esta formación a la Presidencia del Principado de Asturias, sigue sin desvelar si se presentará a las próximas elecciones autonómicas con un nuevo partido. 

En una ronda de entrevistas en radios y en un chat con los lectores de El Mundo, Cascos se ha defendido de las críticas de algunos dirigentes del PP y les ha recordado que el ex presidente de esta formación José María Aznar "siempre facilitó al máximo el debate en el seno del partido" y "jamás toleró una desconsideración con nadie y menos con un militante". 

Entre las críticas que ha recibido figuran las del alcalde de Oviedo, quien ha indicado que si Cascos tenía la intención de ser candidato a la Presidencia del Principado tendría que haber acudido hace dos años al Congreso Regional para que le eligieran los militantes, en lugar de pretender alcanzar este puesto a través de un "pucherazo", que impidió el líder del PP, Mariano Rajoy. De Lorenzo ha estimado que Cascos "es un especialista en romper partidos" y que ha querido aprovechar los "vientos favorables" que soplan ahora. 

Por su parte, Ruiz-Gallardón ha instado a Cascos a rectificar su decisión de abandonar el PP y de ofrecerse para otro posible proyecto en Asturias con el fin de no perjudicar a lo que ha sido "su casa". El alcalde de Madrid, que ha dicho "lamentar" la decisión de Álvarez-Cascos, ha argumentado que "en un partido hay que estar a lo que establezcan los órganos institucionales, aquellos que tienen estatutariamente las competencias para elegir las distintas responsabilidades". "Eso -ha manifestado- a veces nos produce satisfacción y otras veces nos produce disgusto, pero no creo que nunca ese disgusto se deba convertir en una acción negativa para tu propio partido". 

Por su parte, Álvarez-Cascos ha asegurado que "cualquier posibilidad puede ser interesante para defender a los asturianos", pero ha añadido que aún no ha "decidido", ni "pensado", ni se ha puesto "tiempo o plazo para formalizar ninguna de ellas". Ha estimado que "cualquier cosa que ocurra a partir de ahora no puede empeorar las cosas" para el PP de Asturias, ya que lo que asegura su derrota es la actual dirección. A estas manifestaciones, el secretario general del PP de Asturias, Fernando Goñi, ha replicado que "en 2004, con Cascos fuera de la política, el PP obtuvo 3.000 votos más que en el año 2000 cuando sí fue cabeza de lista". En Madrid, el secretario general del grupo popular en el Congreso, José Luis Ayllón, ha restado importancia al goteo de bajas en el PP de Asturias tras el abandono de Álvarez-Cascos y ha asegurado que no hay ninguna crisis en el PP asturiano y "mucho menos" a nivel nacional. 

Desde el PSOE, la portavoz del Comité Electoral, Elena Valenciano, ha dicho que el sistema de elección de candidatos en este partido está "absolutamente tasado" y eso no es ninguna sorpresa, por lo que "no ocurrirá como con Cascos en Asturias". Por parte de IU, su portavoz en el Congreso, Gaspar Llamazares, ha opinado que "un proyecto surgido del agravio, del cabreo y del personalismo" como el de Cascos "tiene raíces muy débiles y un horizonte muy corto".