España

ERC sale de nuevo al rescate de Sánchez

  • La abstención de los republicanos independentistas mantiene vivos los nuevos objetivos de déficit y deuda del Gobierno, vitales para la tramitación de los Presupuestos

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, a su llegada este jueves al pleno del Congreso.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, a su llegada este jueves al pleno del Congreso. / Chema Moya (EFE)

Nuevo balón de oxígeno para Pedro Sánchez. ERC le hizo en enero presidente del Gobierno (es un decir, el mérito principal es de los 6.752.983 electores que le dieron su confianza en los comicios del 10-N) y la formación independentista republicana le ha vuelto a hacer padre este jueves con otra abstención clave que también vale su peso en oro.

La precaria mayoría parlamentaria del Gobierno de coalición que forman el PSOE y Unidas Podemos ha recibido la luz verde del Congreso a su nueva senda de estabilidad presupuestaria y, por ende, a su techo de gasto, fundamentales para la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado.

Los nuevos objetivos de déficit y deuda han salido adelante de forma apretada (la tónica habitual en una Cámara cada vez más fragmentada) con 168 votos a favor, 150 en contra y 19 abstenciones, entre ellas la de ERC y Bildu, que también puso la alfombra para la investidura de Sánchez.

De confirmarse el presumible apoyo de Esquerra a las cuentas del Estado, el Ejecutivo tendrá oxígeno suficiente para prolongar su mandato al menos por dos años. Pero ese respaldo permanecerá en el aire hasta el último instante por causas de fuerza mayor.

ERC no comulga con los números que ha presentado el Gobierno. Su portavoz de Hacienda, Joan Margall, lo había dejado claro antes de la decisiva votación. "No nos gusta su techo de gasto ni su senda de déficit", ha dicho. De paso ha reclamado los 400 millones de euros que, en su opinión, el Estado debe a Cataluña por el cambio del sistema de liquidación del IVA en 2017.

La "mesa del despiece"

Pero eso, como todo, se puede relativizar. Y los árboles dejan ver el bosque. La formación que preside Oriol Junqueras desde la cárcel de Lledoners -está condenado a  13 años de prisión y a otros tantos de inhabilitación absoluta por sedición y malversación a propósito del procés- en lo que está es en mantener viva la llama que se ha encendido este miércoles en Moncloa con esa mesa bilateral que tiene en pie de guerra al PP, Vox y Ciudadanos, esa "mesa del despìece" de la que habla Pablo Casado, que se teme una verdadera carnicería de la soberanía nacional, la solidaridad interterritorial y la igualdad de los españoles.

Durante su intervención en el Pleno del Congreso, el portavoz de ERC ha defendido que con su abstención se le da un "margen de confianza" al Gobierno "para que el diálogo y la negociación puedan avanzar", toda así como "una oportunidad" a la mesa bilateral.

Ese margen de confianza se lo ha negado a Sánchez la otra parte del binomio independentista. JXCat se ha sumado a los noes de PP, Vox, Ciudadanos, UPN y Foro Asturias. La formación del president Quim Torra, y que teledirige su antecesor, Carles Puigdemont, desde Bruselas, no exhíbe ni mucho menos la voluntad negociadora de ERC en esa mesa de los demonios. No obstante, el diputado de los postconvergentes Ferran Bell la ha desvinculado de la aprobación del techo de gasto y ha criticado que nadie del Gobierno haya negociado con ellos la senda de estabilidad. 

La tramitación de los Presupuestos sigue pues viento en popa tras el espaldarazo de ERC mientras JxCat le sigue frunciendo el ceño a los socialistas. Y eso que Torra se ha congratulado de que el encuentro del miércoles no devino en encontronazo y fue un "debate abierto y con libertad de planteamiento", así como "honesto y franco". Con bucólico paseo con Sánchez por los jardines de Moncloa incluido.

"Muy orgulloso" se ha mostrado este jueves el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, de la toma de contacto entre los gobiernos estatal y catalán.

La negociación está en pañales y los acuerdos se limitan al calendario, con futuras cumbres mensuales alternas entre Madrid y Barcelona y el dique del marco de  la "seguridad jurídica" para cualquier acuerdo que pueda adoptarse.

La más estimulante, a la par que inquietante, de las valoraciones que se han hecho tras la reunión del miércoles en Moncloa ha sido la de la ministra portavoz y de Hacienda, María Jesús Montero, que abogó por hallar "fórmulas imaginativas" -a través de la que voluntariosamente llama "la agenda del reencuentro"- para salir del laberinto del conflicto catalán.

Su baza es que en las tinieblas la imaginación trabaja más activamente que a plena luz. Y el panorama es muy oscuro. Negro, terrorífico, a mano derecha. 

Notablemente alarmado, el PP quiere que el Gobierno le remita “a la mayor brevedad posible” las actas de la reunión de esa mesa que ve tan humillante y siniestra. Y que, por supuesto, dé cuenta de sus acuerdos.

El PP también le echa imaginación al asunto. 

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