España

Editorial: El poderío andaluz en el PSOE

PEDRO Sánchez ha sido elegido por aclamación secretario general del PSOE en el congreso de este fin de semana, que confirmó la voluntad de los militantes socialistas que le votaron frente a los otros dos candidatos. Se ha puesto al frente de una comisión ejecutiva federal que obtuvo el 86% de los votos de los delegados. Para lograr este respaldo mayoritario el nuevo líder socialista ha optado por asegurarse el apoyo de los barones territoriales mediante la ampliación de la Ejecutiva, que los incluye directamente a ellos o a personas de su confianza. Sólo ha hecho valer su fuerza en la designación del número dos, el secretario de Organización, César Luena, y en la incorporación de dirigentes más jóvenes y con escasa experiencia, manteniendo también la paridad de género en la composición de la nueva dirección. La Ejecutiva ha venido a reflejar la influencia del PSOE andaluz, y destacadamente la de su secretaria general, Susana Díaz, la socialista con más poder institucional de España. Díaz ha rechazado la propuesta de Sánchez de acceder a la presidencia del partido, en una estrategia meditada de distanciamiento personal del futuro de la Ejecutiva, pero ha logrado copar para el socialismo andaluz casi la cuarta parte de sus integrantes. Entre ellos, la presidenta, Micaela Navarro, el secretario de política federal -cargo relevante en la actual coyuntura política del país-, Antonio Pradas, y la secretaria de Salud, María José Sánchez Rubio, actual consejera de este departamento en la Junta de Andalucía. La propia Susana Díaz presidirá el Consejo Político Federal, un órgano que reúne a los líderes regionales y que ha ampliado sus facultades hasta el punto de erigirse en un poder de dirección permanente, aunque sometido al comité federal. El afán integrador de Sánchez se ha detenido en el umbral de los dos candidatos que le disputaron la Secretaría General, que han mostrado su decepción con el desarrollo del congreso. El congreso ha escenificado el "poderío andaluz", constatando la importancia de la organización andaluza del PSOE y el papel relevante que en el nuevo PSOE que se anuncia corresponderá a Susana Díaz. La renovación del mensaje socialista, la recuperación de las señas de identidad socialdemócratas, la defensa de la unidad de España y de su sistema constitucional y la reforma federal como vía para encauzar los conflictos territoriales desatados por el nacionalismo serán piedras de toque para la salida de la crisis del partido y, a la vez, para la regeneración política e institucional a la que está llamado a contribuir decisivamente.

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