España

"Existe un clamor en la izquierda 'abertzale' para que ETA desaparezca"

  • El político peneuvista, hijo de madre andaluza y padre vasco, mantiene que en Euskadi el discurso del RH no se practica, defiende el mestizaje y las "personas híbridas" y rechaza la pureza de sangre

El diputado del PNV por Álava Emilio Olabarria Muñoz (Bilbao, 1955), hijo de vasco y andaluza, asegura que existe un clamor en la izquierda abertzale para que ETA desaparezca, mantiene que el discurso del RH ya no se practica en Euskadi, defiende el mestizaje y rechaza la pureza de sangre. Con diez comisiones parlamentarias a sus espaldas, es uno de los diputados más activos y brillantes del Congreso de los Diputados.

-¿Si hubiera nacido en Andalucía, estaría ahora en el PA?

-Es una especulación compleja para mí. Estaría en un partido que defendiera los intereses de Andalucía.

-¿Su infancia son recuerdos de un patio de Nerva?

-Sí, con un pozo blanco. Y evocador de mucho frío, como corresponde con un pueblo de la sierra de Huelva en Navidad.

-¿Qué le queda de la vena andaluza de su madre?

-Mucho. Creo mucho en el mestizaje, creo en las personas híbridas y no creo en la pureza de la sangre.

-¿No teme que con su RH mestizo le reprochen no ser un vasco pata negra?

-En Euskadi hace mucho que ese discurso no se practica. Es un país cada vez más plural y cada vez más mestizo. Desde la perspectiva sociológica, la condición de vasco la poseen todos los que viven y trabajan allí, y todos los que están comprometidos con él.

-¿Txakolí o manzanilla?

-Manzanilla, y esto sé que me va a costar algún disgusto con algún compañero del partido.

-¿Es verdad que en Jerez tiene más familia que farmacias tiene un primo suyo?

-Tengo muchos primos con farmacia, pero tengo muchos más primos que primos con farmacias abiertas. Los hijos de uno de mis tíos, que ya fue farmacéutico en Isla Cristina, hicieron la carrera de farmacia y, a su vez, sus hijas también eligieron el mismo camino profesional. En Jerez tienen un emporio de farmacias y son grandes profesionales -optometristas, dietistas, nutricionistas y hacen análisis de todo tipo-. Tienen lo que se merecen.

-¿Qué hace para ser el diputado del PNV más omnipresente?

-Cumplir con mi obligación. En el reparto de funciones me ha tocado ser el portavoz de diez comisiones -Justicia, Interior, Trabajo, Asuntos Sociales, etcétera- y presido la Comisión de Seguridad Vial.

-¿Pactarán los próximos Presupuestos con el Gobierno?

-Es todavía un asunto muy incipiente. Nosotros ya hemos dicho que pactar los Presupuestos requiere asumir compromisos de naturaleza diversa. Hay compromisos simbólicos -fundamentalmente el reconocimiento formal de la identidad política de Euskalerría- para evitar problemas como los que han ocurrido con la etérea definición de nación en el Estatuto de Cataluña. Y también culminar el proceso de transferencias -hay 37 competencias no transferidas que están el Estatuto de Guernica-, con todas las sociolaborales y con las de políticas activas de empleo pendientes. Requiere un compromiso con el autogobierno.

-¿Una patria vasca en la Europa actual tiene sentido?

-Una Europa política, con una Comisión que tenga poder ejecutivo sobre las cuestiones más relevantes, incluida la soberanía, y que sea controlada por el Parlamento, no es incompatible con las realidades más próximas al ciudadano. En el Estado español, un Estado compuesto, que no es unitario, esas realidades son los gobiernos autonómicos y, en caso de Euskadi, también las instituciones forales. Es perfectamente encuadrable y compatible.

-¿Está satisfecho con los logros de la seguridad vial en España?

-Se ha mejorado mucho en materia de siniestralidad. Hace dos legislaturas, antes de la aprobación del carné por puntos y la tipificación como delitos de determinadas conductas aberrantes en la nueva Ley de Tráfico, el índice de siniestralidad era de los más altos de la UE. Ahora estamos muy por debajo de la media. Lo que pasa es que una sola muerte es mucho.

-¿A ETA le quedan dos telediarios?

-Le queda poco. ETA está muy debilitada y está muy refutada por la izquierda abertzale, donde están pasando cosas. Se aprecia que cada vez es más grande el clamor de este mundo sociológico para que ETA desaparezca. El argumento de las pistolas se considera una dificultad para la consecución de los objetivos de la izquierda abertzale.

-¿Comprende el malestar de la Junta por la adjudicación de Cajasur a la BBK?

-Soy muy amigo de Griñán y creo que es una persona ponderada. El mundo de las entidades financieras es un mundo de competitividad extrema, y se buscan ratios de solvencia y no de territorialidad. Los andaluces deberían sentirse tranquilos estar asociados con la entidad de crédito que tiene el mayor ratio de solvencia de todo el Estado español, incluyendo el Santander y el BBVA. Tengo la impresión de que la BBK, cuyo presidente, Mario Fernández, es amigo personal, va a regenerar los elementos tóxicos que Cajasur pudiera tener.

-¿Le va a dar algún consejo a su amigo Mario Fernández para que entre con buen pie en Andalucía?

-Le aconsejaría que viniera a Sanlúcar de Barrameda, le presentaría a mis amigos -al Pichilla y a otros- y le daría un par de manzanillas o tres. A él, que es abstemio, le ayudaría a comprender parte de la metacultura de esta tierra tan milenaria.

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