El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha asegurado este miércoles que si se demuestra que existen otros medios "disuasorios" y "pasivos" que generen la misma eficacia que las concertinas (vallas con cuchillas) instaladas en los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla, estaría dispuesto a "rectificar". En los pasillos del Congreso de los Diputados, el titular de Interior ha defendido que las concertinas de Ceuta y Melilla siguen "en los mismos términos" que estaban cuando el PP llegó a finales de 2011 al Gobierno.

Fernández Díaz ha explicado que en la valla de Ceuta hay una concertina de superficie y otra de altura y ha mostrado su perplejidad por que se cuestione únicamente la de Melilla y no la de Ceuta, cuando son del mismo tipo. De hecho, ha querido dejar claro que la concertina de Melilla la instaló el Gobierno del PSOE y ha puntualizado que lo que se está planteando en estos momentos es instalar los 3 kilómetros de la valla por donde está comprobado que se producen más intentos de entrada ilegal de personas. "Eso es una cuestión que se está desarrollando en estos momentos y, sobre todo eso, no ha habido ningún cambio", ha apostillado.

 Además, el ministro ha subrayado que España tiene el derecho y la obligación de controlar sus fronteras exteriores, que también son de la UE, y ha remarcado que eso se hace "con pleno respeto a los Derechos Humanos". "¡Faltaría más!, ha enfatizado. Ha apuntado que lo que tiene que haber es "proporcionalidad" entre los medios disuasorios que se instalan para evitar la entrada ilegal en España y el fin que se persigue, al tiempo que ha comentado que no es un derecho entrar de manera ilegal en un país. "Hasta ahora se ha estado manteniendo el mismo sistema que ha habido en años anteriores, con el Gobierno socialista, pero si se nos convence y demuestra que hay medios disuasorios y pasivos que generen la misma eficacia para obtener el fin que se persigue, que es que nadie entre ilegalmente en nuestro país, estamos abiertos a rectificar", ha manifestado.

Cosidó, sobre las cuchillas en Melilla: "El Gobierno tiene que adoptar medidas, aunque sean difíciles"

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha manifestado este miércoles, tras ser cuestionado por las cuchillas en la valla de Melilla, que es "obligación del Gobierno adoptar todas las medidas que considere necesaria, incluso aunque en ocasiones sean difíciles", con el fin de "proteger y dar seguridad a las fronteras, que es un principio básico del funcionamiento de los estados", todo ello después de que "el número de entradas ilegales en Melilla se ha triplicado este año".

Así lo ha manifestado a los periodistas tras inaugurar el primer seminario policial hispano-marroquí, que se celebra en esta jornada en la Casa Árabe de Córdoba, acompañado por el director general de la Seguridad Nacional de Marruecos, Bouchaib Rmail; el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, y el subdelegado del Gobierno en Córdoba, Juan José Primo Jurado, entre otras autoridades. En este sentido, Cosidó ha destacado que "la seguridad de los españoles depende en muy buena medida de la seguridad de las fronteras", de manera que "si no hay fronteras seguras donde exista un control efectivo de quién entra y quién sale se genera una enorme vulnerabilidad para la seguridad española". En cualquier caso, puntualiza que "la seguridad de la valla de Melilla no corresponde al Cuerpo Nacional de Policía", a lo que añade que "la responsabilidad" de dicho cuerpo es "el control y tránsito de personas por los puntos habilitados en las fronteras", precisando que "dada la intensidad de tráfico que tienen tanto la frontera de Melilla como la de Ceuta, no es una tarea fácil".

Entretanto, resalta que se ejerce "un control y lucha contra la inmigración ilegal, y en particular contra la trata de seres humanos" y a tal efecto la Policía Nacional pone "énfasis en la trata de seres humanos para la explotación sexual", para lo que cuenta con "un plan específico que da excelentes resultados", según ha indicado Cosidó. De este modo, valora que en el conjunto de control de inmigración ilegal hay "éxito", al tiempo que destaca que el año pasado hubo una reducción del 30 por ciento en la llegada de inmigrantes ilegales al país, y en este año 2013, hay "una tendencia positiva" e informa de que se prevé una reducción en el en torno del 15 por ciento en la llegada de inmigrantes ilegales a España.

Además, señala que "la inmigración ilegal es también un problema para Maruecos, que tiene unos flujos de inmigración ilegal provenientes del África subsahariana muy importantes", motivo por el que apunta que "es un problema común para trabajar juntos", y que se aborda en el seminario celebrado en Córdoba, ha subrayado. De hecho, según agrega, se ponen en práctica "políticas de cooperación que permiten resolver no solo el problema de la inmigración ilegal en España, sino también en Marruecos", y ese, a su juicio, "es el salto cualitativo que se da en este momento". Al respecto, elogia que Marruecos, tal y como ha indicado el director general de la Seguridad Nacional, "está impulsando una nueva política de inmigración", que pone "énfasis en el respeto a los derechos humanos, implicando más a las organizaciones no gubernamentales, que trabajan en este área y mejorando el control efectivo de las fronteras", que es "un objetivo que no solo es legítimo, sino una obligación de todo Estado", apostilla Cosidó.