España

El PP quiere aligerar su estructura de partido en el congreso de Sevilla

  • Los populares vivirán una plácida reunión sólo inquietada por la situación en Madrid tras la caída en desgracia de Granados · González-Pons podría ser nombrado coordinador para ayudar a De Cospedal

El PP que salga del congreso de Sevilla será un partido diferente al de ahora y la actual cúpula trabaja ya en la renovación y medita una idea: aligerar la estructura de Génova y mejorar la coordinación con el Gobierno, las comunidades autónomas y las direcciones parlamentarias.

A tres semanas de ese congreso, el evento más importante de los estatutos del PP, sólo hay una decisión tomada: la actual secretaria general, María Dolores de Cospedal, repetirá en el cargo, señalan las diversas fuentes consultadas dentro de este partido.

Todo lo demás lleva el signo de interrogación, tanto los puestos de la dirección como quiénes los desempeñarán, y únicamente las fuentes apuntan a la posibilidad de que la presidenta de Castilla-La Mancha cuente con alguien de confianza para dirigir el partido, quizá un coordinador.

Las mismas fuentes, además, dan por hecho que uno de los descartes más llamativos del Gobierno de Rajoy, el responsable de Comunicación, Esteban González Pons, estará "muy arriba" en la dirección del PP, a lo mejor al lado de Cospedal.

Sin embargo, como todo ahora en el PP, el camino que tome la renovación de la estructura será justamente el que quiera Rajoy.

El proceso de sustitución que habrá en las oficinas de Génova se extenderá también a la mayoría de las direcciones autonómicas, aunque en distinto grado.

Mientras unas afrontan una remodelación completa, otras se limitarán a cambios puntuales.

Según las fuentes consultadas, los territorios en los que la renovación se antoja necesaria son Asturias, Navarra y quizá Madrid, donde la cúpula del partido en el ámbito territorial se encuentra en situación provisional a raíz del cese como secretario general de Francisco Granados y la llegada del número dos de Esperanza Aguirre, su vicepresidente, Ignacio González.

El que suscita ahora mismo más intrigas es el PP asturiano, toda vez que el presidente actual, Ovidio Sánchez, parece que abandonará la presidencia de la formación para dedicarse a su escaño en el Congreso. No se sabe si quien fuera la candidata en las elecciones autonómicas y es ahora portavoz en el Parlamento regional, Isabel Pérez-Espinosa, asumirá el mando, aunque las fuentes consultadas consideran que ésa no es la opción más probable.

En Navarra, la coalición electoral con UPN aireó algunas susceptibilidades, y aunque Santiago Cervera, su presidente, apareció en la candidatura de Madrid, en el número seis exactamente, las fuentes pronostican que se mantendrán en sus funciones.

La disputa en el PP de Aguirre podría ser la más fratricida, precisamente porque se han abierto dos frentes, uno más afín a Granados, que parece minoritario, y otro a priori más robusto, aunque no enteramente cohesionado, que es el que se aglutina alrededor de González.

Todos estos procesos de renovación, así como el de las demás comunidades autónomas, se llevarán a cabo de febrero a julio.

Por tanto, el punto de arranque aparece el próximo mes, en los tres días, del 17 al 19, que durará el congreso de Sevilla.

Ya venció el plazo de presentación de candidatos a la presidencia del PP, al que sólo ha llegado la opción de Rajoy, y se ha determinado el número de compromisarios, 3.172.

Asimismo, las ponencias están trabajando en los textos. Habrá cinco grupos de ponentes, formados todos ellos por los barones regionales del PP, que enviaron sus propuestas a los compromisarios el día 22. A partir de entonces, se cuentan unos 10 días para que los compromisarios presenten las enmiendas que estimen convenientes, y dado este paso, los textos serán devueltos a los ponentes para que hagan la redacción definitiva que se presentará en Sevilla.

Como quiera que cualquier decisión la adoptará Rajoy y sólo él, las fuentes se muestra muy cautas sobre las opciones que se barajan en Génova. Una de esas ideas, la que más fuerza toma, es la de aligerar el diseño de la dirección nacional, pero las fuentes no precisan si se piensa en reducir el número de vicesecretarías o de coordinadoras.

Según la versión de las fuentes, la posibilidad más estudiada busca precisamente mejorar la coordinación, y en este plano se plantea que los portavoces parlamentarios sean, a su vez, las voces del partido en los ámbitos en los que trabajen.

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