Un nubarrón se ha instalado sobre Ferraz con las elecciones municipales y autonómicas en el horizonte inmediato de la mano de la destitución del secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM), Tomás Gómez. Un golpe de autoridad del líder del partido, Pedro Sánchez, que promete emociones fuertes y "consecuencias desastrosas", según augura el damnificado.

Gómez ha sido relegado tras meses de polémica por el coste del tranvía de Parla, localidad madrileña de la que fue alcalde durante dos legislaturas.

Para la historia queda ya la foto de Gómez, escoltado por Esperanza Aguirre, Miguel Sebastián y Rafael Simancas, conduciendo un tranvía en la inauguración en 2007 de esta infraestructura férrea de Parla. Cuatro años después de la instantánea, ese tranvía ha llegado a su destino final, aunque, para desgracia de Gómez, éste no es otro que una vía muerta.

El secretario de Organización, César Luena, acusó a Gómez de haber provocado un "deterioro grave" de la imagen pública del partido, por asuntos como el sobrecoste del tranvía, la operación Púnica o los problemas internos del PSOE en localidades como Leganés, Parla o Aranjuez, y de generar "inestabilidad orgánica".

Pero Gómez no se arredra. Nada de plegar velas y resignarse. En una comparecencia ante los medios, el hasta ayer secretario general del PSM y candidato autonómico en los comicios de mayo anunciaba que se va a "defender" de los ataques "injustos" a su honorabilidad en los órganos internos del partido y en los tribunales. Y tachó de "inmenso error" la decisión de la dirección federal, que, según él, tendrá "consecuencias desastrosas".

"Esto está muy lejos de haberse acabado, probablemente no ha hecho nada más que empezar", aseveró el ya ex secretario general del PSM, quien culpó a Pedro Sánchez de tomar esa decisión para intentar fortalecer su débil liderazgo interno.

Tras estas declaraciones, fuentes socialistas indicaron a Efe que la Ejecutiva federal tiene la certeza de que Gómez no tendrá otra que aceptar la medida y permitir que sea la comisión gestora que presidirá Rafael Simancas la que gestione la federación y estudie quién le sucede de candidato a los comicios de mayo.

Gómez recibió el apoyo de los integrantes de la dirección del PSM y varios militantes, que le acompañaron en su comparecencia ante los medios de comunicación, incluido el candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona, que aseguró que sigue poniendo "las dos manos en el fuego" por el hasta ayer secretario general del PSM, al que definió como una de las personas "más honradas" que conoce.

Gómez detalló que había conocido su destitución por la prensa, una "sorpresa" que se confirmó con una llamada de Sánchez en la que el líder del PSOE le pidió que diera un paso atrás y dejara de ser candidato, a lo que él se ha negado. "Si no fuese por la gravedad de los hechos, uno pensaría que le estaban gastando una broma telefónica", dijo Gómez, recordando que hace años le dio la misma contestación a José Luis Rodríguez Zapatero cuando éste apostó por Trinidad Jiménez como candidata a la Comunidad. Aunque entonces el ex presidente del Gobierno -"un demócrata", apuntó el cesado- aceptó la voluntad de los militantes que le eligieron a él en aquellas primarias. "El daño -agregó- que ha hecho hoy Pedro Sánchez al PSOE no sé si alguno se lo ha hecho alguna vez".

Los principales partidos se quedan sin candidatos a presidir la Comunidad de Madrid, uno de focos de atención de las próximas elecciones autonómicas, ya que PP, PSOE, IU, Podemos y Ciudadanos no tienen aún cartel electoral.

Para liderar la candidatura socialista ya suenan el ex ministro de Educación Ángel Gabilondo, el propio Simancas o el diputado autonómico José Cepeda.