Horas antes de que se sometiera en el Senado al control de los grupos parlamentarios, con el PP de Pío García Escudero esperándole con una batería de preguntas económicas, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, inauguró ayer el nuevo periodo de sesiones con una reunión en la Cámara Alta con los diputados, senadores y europarlamentarios socialistas, que cerraron filas con él.

Como ya ocurriera en el último Comité Federal y la última comisión ejecutiva, Rodríguez Zapatero defendió durante cincuenta minutos las propuestas de reforma de las pensiones y del mercado laboral, el recorte de 50.000 millones de euros hasta 2013 para situar el déficit público en el 3% y cumplir así con el Plan de Estabilidad de la UE y el mantenimiento del gasto social.

Para reforzar esta última línea de actuación política, Rodríguez Zapatero anunció que el próximo Consejo de Ministros prorrogará por seis meses más la prestación de 426 euros para los desempleados que hayan agotado la prestación por desempleo (se beneficiarán unas 500.000 personas).

El líder socialista pidió a las señorías socialistas "responsabilidad" y "templanza" para afrontar la grave crisis económica y defender a España y a los españoles, y se mostró convencido de que en 2010 comenzará la recuperación económica.

Durante la media hora que duró el debate por "problemas de agenda" del presidente del Gobierno se registraron tres intervenciones que pusieron de manifiesto la ausencia de crítica a la gestión del Gobierno. A pesar de que la credibilidad del presidente continúa cayendo en picado en los recientes estudios demoscópicos (el 76% de los españoles no confían en él), los representantes de las bancadas socialistas, los diputados José María Benegas e Isabel López Chamosa y el senador Arcadio Díaz Tejera, que intervinieron dieron por buena la senda reformista iniciada por Rodríguez Zapatero.

Benegas, un veterano guerrista, rechazó que existan disensiones en el PSOE, y defendió la necesidad de abordar los asuntos discrepantes desde la "lealtad".

Tras apostar por la cohesión del grupo y del partido en torno a Ejecutivo de Zapatero, el diputado vasco sí admitió que el Gobierno no está explicando de forma adecuada algunas de sus propuestas y recomendó que fueran matizadas.

La diputada López Chamosa, miembro destacado del Grupo Socialista en el Comisión del Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados, y el senador Díaz Tejera se centraron más en resaltar el respaldo incuestionable que los socialistas están mostrando a la gestión del Gobierno.

Esta calma chicha, sin embargo, tiene poco que ver con la realidad de los tres grupos parlamentarios socialistas. Desde Izquierda Socialista, corriente interna del PSOE, se echó en falta un debate más extenso y en profundidad, y no pocos diputados mostraron, en privado, su preocupación por la falta de autocrítica y debate. Otros, aun reconociendo esto, defendieron que, ante un ataque como el que está recibiendo el leonés, no cabe otra que cerrar filas. "Esto es de manual: ahora toca confiar en las reformas", agregó un veterano senador.

Antes de estas intervenciones, el portavoz del Grupo Socialista en la Cámara Baja, José Antonio Alonso, anunció un nuevo periodo de sesiones "difícil", y apeló a la "unidad" para sacar adelante las iniciativas legislativas previstas.

Una vez concluida la reunión, Rodríguez Zapatero se olvidó de su "apretada agenda" para departir con un grupo de escolares de Educación Primaria, de siete años edad, del colegio Estilo que, momentos antes, con el presidente del Senador, Javier Rojo, como cicerone, había iniciado una visita a la Cámara Alta. Se los encontró en los pasillos.

Rodríguez Zapatero estuvo tierno -le cogió a una pequeña la mano durante un buen rato-, repartió caricias y comentó que este encuentro ocasional era "lo mejor que me podía pasar hoy".

Los pequeños, que reconocieron de inmediato al presidente del Gobierno, recibieron algún que otro consejo de Rodríguez Zapatero ante la presencia de numerosas cámaras de televisión: "Cuidado: como cometas un error te sacan". Y no se olvidó del líder de la oposición cuando le dijo a un niño: "Yo soy más bueno que Rajoy y más bueno que tú".

El momento de más hilaridad se produjo cuando un pequeño, señalando a otro niño, le espetó al presidente del Gobierno: "Éste es de Cataluña, como tú".