El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha contestado por carta al presidente catalán Artur Mas, al que reitera sus posiciones, "en la misma linea", sobre el soberanismo, y ha anunciado que visitará Barcelona el 29 de noviembre, en coincidencia con unas jornadas sobre buenas prácticas de gobierno en los ayuntamientos. Esta será su primera visita a Cataluña tras el proceso participativo del 9-N y, aunque Rajoy ha admitido que quizás debería "explicar mejor su posición", el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, ha dejado claro que el presidente del Gobierno no ha cambiado ni cambiará su posición ante el debate soberanista.

El anuncio del viaje a Cataluña se ha conocido el mismo día en el que el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha dado instrucciones a la Fiscalía Superior de Cataluña para presentar querella por el proceso participativo del 9-N. Pero el fiscal superior catalán, José María Romero de Tejada, se ha opuesto "al no considerarlo procedente". Ante esta discrepancia interna, Torres-Dulce ha convocado para el miércoles una junta de fiscales de sala con el fin de avalar su decisión de presentar la querella contra los responsables políticos de la consulta, suspendida por el Tribunal Constitucional en dos ocasiones.

Mientras, en el bloque soberanista, la portavoz de CDC, Mercè Conesa, ha afirmado que lo que único que espera su partido de la visita de Rajoy a Cataluña es que se abra a negociar un referendo soberanista, aunque no alberga esperanzas de que esto pueda producirse, pues el presidente del Gobierno ya ha reiterado que no negociará algo así. La portavoz de ERC, Anna Simó, ha lamentado que "lo único que hemos escuchado por su parte es un no a todo lo que se pide en Cataluña y los únicos argumentos que ha utilizado para oponerse a la independencia son los del miedo, con las calamidades que dicen que les esperan a los catalanes, y las amenazas de aplicar la ley".

CDC y ERC también han criticado la propuesta de reforma constitucional del PSOE. Para Esquerra, los socialistas sólo pretenden "tunear" la Carta Magna para que nada cambie, mientras que Convergència sólo lo aprueba si la modificación permite hacer una consulta "definitiva" sobre la independencia.

A la espera de que Mas fije su hoja de ruta el 25 de noviembre y con su proyecto de "candidatura de país" aún poco madurado, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha iniciado el debate interno para valorar la posibilidad de modificar su hoja de ruta hacia la independencia para posibilitar que, en vez de una única lista soberanista en las próximas elecciones, puedan haber varias con puntos programáticos comunes, lo que se acerca a la posición de ERC.

Por su parte, el secretario general de ICV, Josep Vendrell, ha considerado que Rajoy y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, están "fuera de la realidad" respecto a Cataluña y ha avisado de que la "única" solución pasa por un referéndum. En cambio, la portavoz del PSC, Esther Niubó, ha asegurado que Sánchez "ha sido el único que ha estado en Cataluña desde el 9-N", lo que "demuestra que está poniendo las bases para un nuevo acuerdo político, a diferencia de un Mariano Rajoy que está desaparecido".

Por su parte, la líder del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, ha anunciado un "viraje" en la estrategia del partido tras el 9-N, que se concretará con una campaña "intensa" a nivel comarcal para explicar las propuestas de los populares, "dar por superado" el 9-N y dejar de hablar del proceso soberanista. El secretario general y portavoz de Ciutadans, Matías Alonso, ha afirmado que Rajoy tiene que buscar "interlocutores válidos" en su visita anunciada a Cataluña ya que "no puede esperar nada de Artur Mas ni de CDC".