El "espíritu abierto" con el que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se entrevistará con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, no va acompañado de un cambio en su posición, inamovible, sobre el desafío soberanista catalán. La vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, dejó claro ayer que el referéndum independentista en Cataluña no se celebrará "en ninguna de sus vertientes", pero aseguró que Rajoy abordará con "espíritu abierto" con el president muchos asuntos que afectan a la vida de los catalanes.

En la rueda de prensa posterior al Consejo del Ministros -y mientras Rajoy estaba reunido con representantes de la Pequeña y Mediana Empresa de Cataluña (Pimec), favorables a la consulta- la vicepresidenta insistió en que la postura del Gobierno es "clara" y no permitirá la celebración de un referéndum. Sáenz de Santamaría hizo hincapié en que Rajoy se siente en esta decisión amparado "por la Constitución y las leyes", que "está obligado a respetar y hacer respetar", y ya ha dejado claro que "no puede disponer de la soberanía popular" ni autorizar algo que ya ha sido rechazado por el Tribunal Constitucional y las Cortes Generales. A su juicio, la actitud de Mas en defensa de una consulta que ya sabe imposible "dificulta muchos procesos de diálogo", pese a lo que la vicepresidenta aseguró que el Gobierno quiere conocer su posición y abordar con él otros asuntos relevantes para los ciudadanos catalanes. "Si estamos en sostenella y no enmendalla y punto, se hacen más difíciles las alternativas", reconoció la vicepresidente sobre un encuentro que aún no tiene fecha.

Rajoy mantuvo ayer un encuentro con miembros de la patronal de las pymes catalanas, que defiende la consulta sobranista. Sin embargo, soslayaron el asunto, según comentó al término de la reunión el presidente de la organización, Josep González, quien aseguró en una rueda de prensa posterior que "ni en broma" se abordó el asunto.

Mientras, en Barcelona, el Pacto Nacional por el Derecho a Decidir acordó ayer enviar una carta a Rajoy, en la que le reclaman que dialogue con Mas y que no impida que los catalanes puedan votar su futuro el 9 de noviembre. En la carta se hace alusión a la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre la Declaración de Soberanía del Parlament, en la que se rechaza que Cataluña se declare sujeto soberano pero, a su juicio, se abre un margen para que ambos gobiernos puedan dialogar y buscar un encaje para la consulta. "Es por ello que deseamos que usted propicie un diálogo con el Gobierno de la Generalitat para que no se impida el poder ejercer legalmente el derecho de consulta que poseemos como ciudadanos catalanes", reza la misiva, a la que se adjunta también el manifiesto fundacional del Pacto Nacional.

"A través de este ejercicio democrático queremos afirmar nuestra responsabilidad cívica ante el futuro institucional de Catalunya", prosigue la carta, que se despide con un "con respeto y consideración" previo a la firma de las entidades promotoras del Pacto Nacional.

Aunque de entrada todos los partidos, sindicatos y entidades presentes ayer en la reunión han dado el visto bueno al texto, la presidenta de la ANC, Carme Forcadell, ha pedido tres días para poder someterlo a votación en los órganos de dirección de la asociación. En rueda de prensa tras el encuentro, el presidente del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir y ex presidente del Parlament, Joan Rigol, dio por hecho que la Assemblea también apoyará el texto, que prevén hacer llegar próximamente a Rajoy.

Está por ver ahora si la carta llega antes o después de la reunión que deben mantener Mas y Rajoy en los próximos días y que aun no tiene fecha, encuentro del que, según Rigol, también se habló ayer en el Parlament. El presidente de la Generalitat aseguró a los presentes que acudirá a verse con el jefe del Ejecutivo central para hablar sobre la consulta de autodeterminación pero también sobre aquellos "problemas sociales e institucionales" que afectan a los catalanes.