España

Rey profesional, padre cariñoso

  • Zarzuela distribuye imágenes inéditas de Felipe VI tras su primer año en el trono. El despacho del Monarca es menos abigarrado que el del anterior.

Un Rey profesional y activo, que prepara a fondo su trabajo, cultiva el trato distendido con los ciudadanos y se comporta en familia como un padre cariñoso es el perfil de Felipe VI que muestran las imágenes inéditas difundidas por La Zarzuela sobre el primer año de su reinado.

Ante la cercanía del 19 de junio, día en que se cumple un año desde la proclamación de Felipe VI, la Casa del Rey ha puesto a disposición de los medios informativos 70 fotografías y un vídeo de más de 100 minutos de duración que contienen numerosas imágenes, hasta ahora desconocidas, de actividades llevadas a cabo por los Reyes en los últimos cinco meses.

Las imágenes reflejan muchos rasgos de su personalidad, no sólo por sus gestos y su manera de desenvolverse en los actos oficiales, sino también por detalles más desapercibidos, como los objetos que decoran su despacho. Se trata de la misma estancia que utilizaba su padre, el rey Juan Carlos I, una sala de modestas dimensiones con un gran ventanal por donde entra luz natural desde los jardines del Palacio de la Zarzuela, y en la que el nuevo Rey ha mantenido en su lugar El atleta cósmico, un óleo de gran tamaño de Salvador Dalí.

El cambio más significativo es el retrato que cuelga a espaldas de la mesa del Jefe del Estado; si don Juan Carlos tenía detrás al joven infante Felipe de Borbón, fundador de la dinastía Borbón-Parma, su hijo ha preferido acompañarse de Carlos III, el Rey ilustrado.

Felipe VI tiene, en perfecto orden de revista, dos fotos familiares, ocho plumas cuidadosamente alineadas, un tintero, una lupa, tres abrecartas, un transportador de ángulos metálico, un secante, un pisapapeles con forma de barco, una cajita con un icono bizantino, un pequeño crucifijo, monedas conmemorativas, un reloj de sobremesa, un búho de cerámica y una antigua brújula náutica.

Los lapiceros y rotuladores descansan en un portalápices con el anagrama de las cumbres iberoamericanas, a la última de las cuales asistió en diciembre pasado, por vez primera como Rey, en Veracruz (México).

También reposan en su mesa, según puede observarse en el vídeo y las fotografías de la Casa del Rey, numerosos papeles, revistas y archivadores, una Constitución y una figura que le regalaron en uno de los congresos de víctimas del terrorismo que ha presidido acompañado de doña Letizia, junto a una pequeña reproducción de la Copa del Mundo de Fútbol que la Roja ganó en Sudáfrica.

No es el único trofeo deportivo de la sala, porque bajo una mesa situada a su derecha Felipe VI ha colocado las réplicas en miniatura de cinco copas obtenidas por el Atlético de Madrid que los jugadores le regalaron en 2013 cuando aún era Príncipe de Asturias.

El arte contemporáneo está presente con una escultura del artista toledano Rafael Canogar, a cuyo flanco destaca un mapa colocado sobre un caballete que reproduce la Península Ibérica en la época romana. En conjunto, la estancia presenta un aspecto menos abigarrado que en la etapa de Juan Carlos I, quien guardaba muchas más piezas decorativas, como ceniceros de plata ahora desaparecidos, acumulados durante los 39 años que la utilizó a diario. Ahora, las estanterías están más despejadas, sin que falten pequeños recuerdos junto a los libros, objetos sin identificar y algunos de los barcos de plata de su padre cuyos reflejos antes se repetían por los anaqueles de madera.

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