Ni Pedro Sánchez, porque no cuenta con apoyos suficientes; ni Mariano Rajoy, porque no se lo merece. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, habló ayer, por primera vez desde julio, sobre la situación de su partido y sobre la crisis de gobernabilidad del país, y se empleó a ambos lados, contra Rajoy, pero también contra las opciones de Pedro Sánchez de formar un Gobierno. "Con 85 escaños no se puede gobernar este país", sostuvo la líder andaluza, que apuntó que el PSOE debe pasar "a hacer una oposición útil". Sin embargo, Díaz no solicitó la abstención de su partido a Mariano Rajoy, sino que le pidió que se fuera para "hacerle un favor a este país". Las declaraciones de la presidenta andaluza llegan en un momento de gran tensión dentro de su partido, donde los barones y algunos ex dirigentes se han posicionado en contra de Sánchez a raíz de las críticas que han recibido quienes apoyan una solución urgente a la crisis de gobernabilidad de España.

El PSOE ha entrado en estado de ebullición. Hasta ahora, el único dirigente que ha abogado , con claridad, por dejar gobernar al PP es el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, y ello le ha costado bastantes ataques en las redes sociales, muchas de ellas desde el propio PSOE. Alfredo Pérez Rubalcaba, Eduardo Madina, Carme Chacón, Susana Díaz y Javier Lambán han salido para defender su derecho a la libertad de expresión y han criticado que los insultos vengan del propio partido. Aprovechando esto, Susana Díaz se pronunció en Sevilla en el mismo sentido que ya había indicado su número dos en el partido, Juan Cornejo. "Igual que he defendido que con 85 escaños no se puede gobernar este país y hay que hacer una oposición útil, también creo que todos nos hemos dado cuenta de lo que ha pasado en España y, si el presidente del Gobierno no se ha dado cuenta después de haber escuchado al Congreso, que escuche un poquito a la calle porque los ciudadanos están avergonzados y hartos", explicó la presidenta andaluza. En su opinión, Rajoy debe apartarse después de los casos de Rita Barberá y del ex ministro José Manuel Soria.

Susana Díaz se ha mantenido en silencio desde la fallida investidura de Mariano Rajoy; se conoce, por su partido en Andalucía, cuál es su opinión, pero hasta ayer no la había contado, y ese paso muestra cuál es la división que hay dentro del PSOE. Los opuestos a Pedro Sánchez, que son todos los presidentes autonómicos excepto la balear, defienden que hay que dejar pasar al PP, aunque ahora comienza a instalarse entre éstos la opinión de que el candidato debería ser una persona distinta a Rajoy. En lo que coinciden es que el PSOE, con 85 escaños, no tiene fuerza para formar una mayoría, por lo que se debe superar el rotundo no de Pedro Sánchez. Esto le ha costado a Vara las acusaciones en las redes de ser un agente del PP e, incluso, se ha recordado que en 1978 el extremeño perteneció a Alianza Popular. Los opositores acusan a la dirección de promover estas críticas y señalan a su secretario de Organización, César Luena, como el principal inductor. La semana pasada se conocía que una dirigente cántabra intentaba detener, en una red de apoyo a Sánchez, las descalificaciones a los "lenguaraces" Vara y Susana Díaz.

En el bando de los opositores a Ferraz se da por hecho de que el PSOE va a vivir un duro enfrentamiento para evitar las terceras elecciones, y se emplaza a esperar a la reunión del Comité Federal. Susana Díaz adelantó que será en "los órganos del partido" donde hablará de este asunto. Se espera que este comité se reúna tras las elecciones vascas y gallegas del 25 de septiembre, pero de momento no hay una solicitud formal. La Ejecutiva, de momento, tampoco tiene previsto llamar a este órgano, aunque lo razonable sería que se reuniese para abordar el riesgo de unas terceras elecciones ante la falta de acuerdo. El Comité Federal es el que aprueba la política de alianzas del PSOE. Tras el intento fallido de investidura de Mariano Rajoy, no se ha reunido. Sánchez anunció entonces una ronda de encuentros que no ha concluido; aún no ha llamado a Rivera.