El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha abogado hoy ante el rey Felipe VI por abordar la reforma del modelo de Estado mediante el diálogo y el acuerdo y ha apostado por configurar "un futuro compartido con espacio y libertad" para la "razón de ser" de Euskadi.  Urkullu ha asistido esta mañana en Bilbao al acto presidido por el rey Felipe VI en el que se ha hecho entrega al presidente de honor del Grupo Freixenet, José Ferrer Sala, del Premio Reino de España a la Trayectoria Empresarial, que promueve el Círculo de Empresarios.

Durante su intervención, el lehendakari ha apostado por tratar la reforma constitucional que propugnan algunas instancias "desde los cimientos", mediante la negociación y "la disposición al acuerdo y al pacto". Según ha dicho, un Estado "debe ser una empresa común que reconozca su diversidad como una riqueza, que establezca un sistema de relaciones desde el reconocimiento y respeto mutuo".  "Queremos un futuro compartido con espacio y libertad para nuestra razón de ser", ha dicho Urkullu, que ha indicado que en este asunto "nadie posee la verdad absoluta". A su juicio, "la clave es compartir". El mandatario vasco ha destacado "la necesidad de negociar, la voluntad de pactar y la garantía de cumplir".

Ante los representantes del ámbito económico, académico e institucional reunidos en la Universidad de Deusto, el lehendakari ha expresado "el compromiso" del Gobierno vasco con el mundo de la empresa, así como con la creación de empleo y con un modelo de concertación público-privada. Urkullu, que ha instado a poner en valor la figura de la persona emprendedora que invierte y asume riesgos, ha considerado que Euskadi está en "el camino correcto" en materia económica y ha indicado que la estabilidad institucional fortalece "el desarrollo". El lehendakari ha defendido el modelo vasco de desarrollo "sostenible" y ha puesto de manifiesto que los indicadores económicos son positivos, lo que da motivos de "esperanza" ya que "el cambio de ciclo parece consolidarse".

El presidente del Gobierno vasco, que, sin embargo, se ha confesado "preocupado" por la calidad del empleo y por el empleo juvenil, se ha referido a las dificultades existentes en el entorno como la crisis de Grecia y ha apostado por que Europa tenga iniciativa: "Necesitamos una Europa con alma", ha afirmado.