La precampaña El 'cara a cara' del lunes sólo tendrá un respiro de cinco minutos

Zapatero promete a todos los jóvenes dominio del inglés en 2018

  • El candidato socialista cuadruplicaría las becas para perfeccionar este idioma en el extranjero, un "gran salto" del que también se beneficiarán 25.000 docentes

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que un futuro Gobierno socialista garantizará ayudas para que 200.000 jóvenes al año puedan realizar estancias de un mes en países de habla inglesa. Durante un acto en la localidad madrileña de Fuenlabrada, el candidato del PSOE aseguró que promocionará el inglés tanto en alumnos como en profesores, de forma que, al final de la legislatura, al menos el 15 por ciento de las actividades se desarrollen en esta lengua.

Zapatero señaló que se ha propuesto acabar con un "lastre histórico" y prometió que en la próxima legislatura se impulsará "un gran salto" en el aprendizaje del inglés para que en una década todos los jóvenes puedan utilizarlo como lengua de comunicación y trabajo.

De este modo, se comprometió a crear nuevos programas para que 200.000 jóvenes al año puedan realizar estancias de un mes en países de habla inglesa, con el fin de perfeccionar el idioma. Con esta propuesta serán 150.000 alumnos más, en comparación con el pasado año, los que puedan acceder a este tipo de proyecto. 50.000 de ellos ya lo harán el próximo verano, por un importe de 85 millones de euros.

Pero no sólo los alumnos se beneficiarán de propuestas, pues Zapatero anunció que habrá también cursos para los docentes, concretamente para 4.000 profesores de educación infantil, además de cursos intensivos de perfeccionamiento en Estados Unidos o Reino Unido, a los que podrán acceder hasta 20.000 profesionales. En este sentido, anunció también que promoverá la contratación a tiempo parcial de 12.000 profesores y 8.000 auxiliares nativos de inglés.

Mientras tanto, sigue la cuenta atrás para el cara a cara. El presidente del Gobierno y el líder del PP, Mariano Rajoy, preparan el choque de trenes del próximo lunes como dos púgiles: cada uno en su rincón y haciendo sombras amenazantes al contrario. A falta de una semana del primer debate electoral televisado que se realiza en España desde 1993, las referencias al encuentro político del año ya se han podido oír por parte de ambos candidatos a la Presidencia del Gobierno.

Ayer mismo, durante el mitin en Fuenlabrada, un espontáneo se levantó para pedirle a Zapatero que deje K.O. a su rival en los debates y, parafraseando al ex presidente del Gobierno Felipe González, gritó que el líder del PP debería "sacarse los fideos de la boca".

"Yo procuraré en el debate, más que dejar K.O. a nadie, es que lo que sentís, lo que soñáis, lo que deseáis para este país este presente en mi discurso, en las propuestas y en las replicas", proclamó Zapatero. "Dice que su programa es el de los currantes, sí hombre, el de los currantes como Pizarro, que tiene una indemnización de miles de millones de pesetas, que desfachatez", sentenció.

Rajoy prepara desde hace días los cara a cara (el segundo está previsto el 3 de marzo), para lo que le ayudan algunos de sus más estrechos colaboradores, como Ángel Acebes, Pío García-Escudero, Gabriel Elorriaga y José María Michavila.

La Academia de Televisión anunció ayer una novedad: los dos debates tendrán un corte publicitario de cinco minutos.

EL Gobierno vasco confundió los reflejos con las prisas al saludar la independencia de Kosovo horas antes de que el Parlamento de Pristina la proclamara el pasado domingo por la tarde. Las urgencias radican en que es un océano de litros y litros de agua para su molino. Y el de CiU, el de ERC, el de ETA-Batasuna... Los nacionalistas, moderados y radicales, todos, están de enhorabuena ante este "gran precedente", esa especie de resurrección del derecho de autodeterminación en pleno siglo XXI. "Cuando la gente quiere la independencia, hay que aceptarla". Es la magna teoría de Joan Ridao, portavoz de ERC en el Parlamento catalán, que al menos mantiene la compostura intelectual y reconoce otra obviedad con más enjundia geopolítica y social: "Cataluña y Kosovo no son lo mismo". Ya, hombre.

Pero en la política, como en el amor o en la guerra, todo vale. Que se lo digan a Ibarretxe, que va a estar, sin duda, con la cantinela de Kosovo pegada a los labios los próximos meses, hasta ese pretendido referéndum soberanista del próximo mes de octubre. Aunque también es muy consciente de que tampoco hay paralelismos que valgan con el País Vasco y se está ahorrando, por ahora, las comparaciones. Bien sabe que por el Cantábrico no hay comunidades étnicas diferenciadas, sino plurales. Y que en la guerra de Kosovo hubo cientos de miles de muertos al anular su autonomía un Ejército invasor. Vaya modelito que ha encontrado el lehendakari.

Pero el veneno independentista ya está inoculado y bien lo saben Zapatero y Rajoy, que a falta de acuerdos de Estado en lo esencial al menos se han puesto de acuerdo en algo al entonar al alimón su interesado rechazo, como el ruso, al tiro de gracia a la Gran Serbia. Es una buena noticia, todo un milagrito.

El contrapunto es la irrupción del terrorismo en la precampaña. Ya estamos todos. De la mano de Zapatero, al reprochar a Rajoy que no felicitara a la Guardia Civil por el último golpe a ETA. Eso se llama capitalizar los éxitos policiales y utilizar la lucha antiterrorista como ariete partidista. ¿No?

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