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relevo en la fiscalía general El nombramiento de Eduardo Torres-Dulce

Un cinéfilo en la Fiscalía

  • El nuevo fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, compagina su faceta en la carrera fiscal, en la que ingresó en 1976, con las de escritor y crítico cinematográfico

Fiscal, escritor y reconocido crítico cinematográfico. El nuevo fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce Lifante (Madrid, 1950) aglutina todas estas facetas. El sustituto de Cándido Conde-Pumpido al frente de la Fiscalía General del Estado ingresó por oposición en la Escuela Judicial en mayo de 1975 y, al año siguiente, optó por la carrera fiscal. Su primer destino fue en la Fiscalía de Sevilla, donde coincidió con Alfredo Flores, el que fuera fiscal jefe durante varias décadas, aunque en aquella época ocupaba el cargo de teniente fiscal. Torres-Dulce estuvo en Sevilla un año aproximadamente y después fue teniente fiscal en Guadalajara y fiscal en Madrid. Desde 1985 estuvo destinado en la Fiscalía del Tribunal Constitucional, donde ha pasado su mayor parte como representante del Ministerio Público.

Los que le conocen y han sido compañeros suyos destacan de Torres-Dulce su defensa de la carrera fiscal y, sobre todo, de la "independencia" de la Fiscalía como un aspecto básico de su funcionamiento. Aunque la Fiscalía cuenta con una estructura jerarquizada, el nuevo fiscal general apuesta decisivamente por la autonomía de la Fiscalía.

De ahí la importancia que Torres-Dulce otorga al Consejo Fiscal, el órgano consultivo del fiscal general del Estado, y a la autonomía presupuestaria. Aunque Eduardo Torres-Dulce es miembro de la Asociación de Fiscales -de carácter conservador y de cuya junta directiva fue vocal entre 1989 y 1991-, ninguno de los colectivos de la carrera fiscal ha considerado negativa la propuesta para su nombramiento, ya que la misma tiene un marcado carácter profesional.

Torres-Dulce ascendió a la categoría de fiscal de sala en octubre de 1996, fecha en la que fue nombrado fiscal de sala jefe de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado. En marzo de 2000 fue nombrado fiscal de sala del Tribunal Supremo, jefe de la Sección de lo Penal, cargo que desempeñó hasta junio de 2005. Hasta su designación como fiscal general del Estado ha estado adscrito a la Fiscalía del Tribunal Constitucional.

El nuevo responsable de la Fiscalía General fue vocal del Consejo Fiscal entre 1991 y 1995 y como miembro de este órgano fue coordinador componente del libro blanco en el que se abordó la situación actual y las propuestas de futuro para el Ministerio Fiscal y la carrera fiscal. También fue vocal entre 2000 y 2005, y de nuevo en enero de 2010, formando parte de la candidatura de la Asociación de Fiscales.

Sus amigos, como el fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón, le definen como un "intelectual, un magnífico crítico cinematográfico y un escritor". El fiscal superior andaluz también subraya de Torres-Dulce su conocimiento de la cinematografía y su "enorme capacidad expresiva", al ser capaz de "extraer de una película todo lo que nos está transmitiendo. Es un lujo contar con personas así en la carrera fiscal", añadió García Calderón.

En su faceta como crítico cinematográfico cuenta con su participación en el programa ¡Qué grande es el cine!, que dirigía el cineasta José Luis Garci, y en el programa radiofónico Cowboys de medianoche, en esradio. Como especialista en cine, ha colaborado con las revistas Nuestro Tiempo, Nueva Lente y Contracampo, y es crítico del diario Expansión, El Semanal y las revistas Telva y La Clave. También formó parte del consejo de redacción de la revista Nickel Odeón.

El nuevo fiscal general del Estado es autor de los libros Armas, mujeres y relojes suizos y de Jinetes en el Cielo, en las que analiza la obra del director de cine John Ford, autor de películas como Apache, La legión invencible, y Río Grande. "Si tuviera que escoger un solo plano de toda la historia del cine, elegiría un primer plano, Vistavisión y Technicolor, iluminado por Winton C. Hoch, un primer plan que capta el rostro de Ethan Edwards en The Seachers (Centauros del desierto, 1956), dirigida por John Ford", escribe Torres-Dulce en Armas, mujeres y relojes suizos. En Jinetes en el Cielo, el nuevo fiscal general del Estado concluye que la Caballería brindó familia, destino y un papel en la vida a toda una comunidad masculina que, tras la Guerra Civil americana, se había quedado sin otro asidero posible.

Torres-Dulce destaca igualmente en su faceta de profesor de Derecho Penal en el CEU Luis Vives y de derecho económico en el Instituto de Empresa y de Práctica Procesal Penal en la escuela de práctica jurídica de Icade y en la actualidad es profesor de Derecho Constitucional en el Centro de Estudios Jurídicos. Es autor además de diversas publicaciones y artículos en revistas, y destaca su participación en el Código Penal comentado (editorial Colex), la ley orgánica del Tribunal Constitucional (de la misma editorial) y una selección de dos volúmenes de la jurisprudencia de los autos del Tribunal Constitucional.

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